25 marzo 2010

ENCICLOPEDIA MARIANA VIRTUAL - TOMO 3 - ANUNCIOS Y SÍMBOLOS PROFÉTICOS SOBRE MARÍA

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ANUNCIOS Y SÍMBOLOS PROFÉTICOS SOBRE MARÍA




001 ¿Cuáles son las principales profecías sobre la Virgen María y su Hijo?

Los profetas anunciaron el tiempo en que aparecería, las principales circunstancias de su nacimiento, vida, pasión y muerte, su resurrección y ascensión y la fundación de su Iglesia.


1. Acerca del tiempo en que aparecería: Jacob profetizó que el "cetro real no sería quitado a la familia de Judá hasta la venida del Mesías", ( Gén. 49, 10 ).


2. Sobre su nacimiento, Miqueas profetizó que nacería en Belén;  e Isaías que nacería de Madre Virgen, saldría de la tribu de Judá y vendrían a adorarlo sabios reyes de oriente.


"He aquí que concebirá una virgen y dará a luz un hijo y será llamado Emmanuel, esto es, Dios con nosotros", ( Isaías 7, 14 ).


"Fue engendrado desde el principio, desde los días de la Eternidad", ( Miq. 5, 2).


3. Sobre su vida, predijeron entre otras cosas que enseñaría públicamente teniendo por auditorio a los pobres ( Isa. 61, 1 y 28, 19 ).


Sería taumaturgo y legislador y sacerdote eterno ( Deut. 18, 18; Sal. 109, 4 ); se mostraría amable e indulgente ( Isa. 43, 3; Isa. 35, 4 ).


4. Acerca de su pasión y muerte, predijeron numerosas circunstancias ( Zac. 11, 12; Isa. 50, 6; Isa. 53, 4; Sal. 21, 19; Sal. 21, 18; Sal. 48, 12 ).


5. Sobre su resurrección y ascensión, ( Sal. 15, 10; Sal. 23, 7 ).


6. Sobre su Iglesia, ( Mal. 1, 11; Isa. 9, 7 ).


7. Sobre su Segunda venida, ( Sal. 50, 3 ).


002 ¿Qué dice la Profecía de Génesis?


En ésta: Dijo Dios, Uno y Trino a Satanás ( a la Serpiente ): "Pongo enemistad entre ti y la mujer, entre tu linaje y el suyo; éste, te aplastará la cabeza y tú pondrás asechanzas a su calcañar" ( Gén. 3, 15 ).


"Yo, Palabra de Dios, Luz del mundo, irradié verdad y luz sobre los progenitores envueltos en tinieblas de muerte y, una vez confesaron, les preanuncié la victoria por medio de María.


'Has puesto asechanzas a la mujer y la mujer te aplastará la cabeza...Te arrastrarás por tierra, morderás el polvo y serás maldita entre todos los animales que pueblan la tierra'.


Ahí está la guerra que hizo su aparición en el mundo, el inicio del duelo, sin tregua ni respiro, y que tendrá su epílogo al final de los tiempos con el Juicio Universal"., Cfr. "Confidencias de Jesús a un Sacerdote", Mons. Octavio Miquelini, Tomo II, #30, Pág., 39 ( 26 de Noviembre de 1975 ).


003 ¿Cómo se explica esta profecía?


Así: La serpiente es el diablo; la mujer es María, la cual quebranta su cabeza ( el poderio infernal ), no por virtud propia, sino por la gracia del Hijo de Dios ¡El único que Salva!


"Vosotros, hijos míos, desde la creación y caída del hombre hasta el día de hoy, no habéis comprendido aún que toda la historia de la humanidad se centra en esta guerra. Digo: Toda la historia de la humanidad...!


Todos los esfuerzos de las tenebrosas potencias del mal consisten precisamente en esto: desviar del espíritu humano la visión real de esta lucha dramática y sin tregua entre Yo, Palabra de Dios hecha carne, y Satanás con sus legiones.

Toda la historia del Misterio de la Salvación gira alrededor de ésto. La historia del Cuerpo Místico se centra aquí. La historia de la humanidad tiene aquí su razón de ser"., Cfr. "Confidencias de Jesús a un Sacerdote", Mons. Octavio Miquelini, Ob. Cit. Tomo II, Pág., 40 ( 1975 ).


004 ¿Cuál es la profecía de San Isaías?


Dice así: "He aquí que una Virgen concebirá y dará a luz un hijo, y será su nombre Emmanuel" ( Profeta Isaías 7, 14 ).


"Mi amor materno, se había hecho todavía más perfecto, por causa de mi estado virginal y por la clara conciencia de que el Niño que estaba a punto de nacer de Mí, era el Hijo de Dios.


Así pues, en el momento que precedía a su Nacimiento, mi Corazón estaba colmado de amor de todos aquellos que lo habían esperado a través de los siglos.

El amor de Adán, de Abraham, de Moisés, de todos los profetas y de los Justos de Israel, de los pequeños, de los pobres de Yahvé, se hacía presente en mi Corazón virginal, que se abría para amar al Niño que estaba por nacer, con el pálpito de toda la humanidad redimida y salvada por Él.


Mi cuerpo estaba envuelto por una luz que se hacía cada vez más fuerte, más viva, cuanto más entraba Yo en un éxtasis de oración y de profunda unión con el Padre Celestial"., Cfr. "A los Sacerdotes hijos predilectos de la Santísima Virgen", Pbro. Stefano Gobbi, el 24 de Diciembre de 1988, en Dongo, Pág., 741-742.


005 ¿Figuras Mariologicas que vió Elías?


Este profeta presenció, "la figura de una Virgen luminosa. Su cabeza estaba coronada de rayos, los brazos levantados en forma de cruz, en una mano una corona de victoria y el largo vestido estaba como sujeto bajo los pies. Parecía que flotaba y se extendía sobre la tierra de Palestina. Elías reconoció cuatro misterios de la Virgen Inmaculada; que debía venir en la séptima época del mundo y de qué estirpe debía venir; vió también a un lado del mar un árbol pequeño y ancho, y al otro, uno muy grande el cual echaba sus ramas superiores en el árbol pequeño. Observé que la nube se dividía. En ciertos lugares santificados, donde habitaban personas justas que aspiraban a la salvación, dejaba la nube como blancos torbellinos de rocío, que tenían en los bordes todos los colores del arco iris, y vi concentrarse en ellos la bendición, como para formar una perla dentro de su concha. Fuénme explicado que era ésta una figura profética y que en los lugares bendecidos donde la nube había dejado caer los torbellinos hubo cooperación real en la manifestación de la Santísima Virgen. Conoció Elías muchos misterios relativos a la Santísima Virgen. Supo Elías que María debía nacer en la séptima edad del mundo; por eso llamó siete veces a su servidor ( 1 Reyes 18:43 ). Otra vez pude ver a Elías que ensanchaba la gruta sobre la cual había orado y establecer una organización más perfecta entre los hijos de los profetas. Algunos de ellos rezaban habitualmente en esta gruta para pedir la venida de la Santísima Virgen, venerándola desde antes de su nacimiento. Esta devoción se perpetuó sin interrupción, subsistió gracias a los esenios, cuando estaba ya sobre la tierra y fué observada más tarde por algunos ermitaños, de los cuales salieron finalmente los religiosos del Carmelo. Entendí que sin ese rocío la venida de María se hubiese retardado cien años, mientras las descendencias que se nutren de los frutos del campo y se ennoblecen por el aplacamiento y la bendición del suelo, realzasen de nuevo esas descendencias recibiendo la carne la bendición de la pura  propagación. La figura de la madreperla se refería a María y a Jesús. Además de la aridez de la tierra por falta de lluvia, observé la esterilidad de los hombres, y cómo los rayos del roció caían de descendencia en descendencia, hasta la substancia de María", Cfr. La Vida de Nuestro Señor Jesucristo y de su Madre Santísima, Tomo Segundo, Libros 1 y 4, Época Primera, Cap., VIII, Págs., 130 a 132. Vidente Ana Catalina Emmerick, Agosto de 1821. Apartes importantes. Figuras del misterio de la Inmaculada Concepción. Con aprobación Eclesiástica. 


006 ¿Cómo se explica la anterior profecía de San Isaías?


Así: La Virgen es María; el hijo que dará a luz es Nuestro Señor Jesucristo; Segunda Persona de la Santísima Trinidad.


"Entre los católicos es muy común la opinión de que la profecía es mesiánica en el sentido literal inmediato; es decir, la mente del profeta se proyectaría directamente sobre la persona del futuro Mesías, al que presenta como próximo a aparecer; y, en consecuencia, se cree que la 'doncella' ( ha-'almah ) en cuestión no es otra sino la Santísima Virgen María, Madre del Mesías...!


Si, pues, el profeta habla en sentido literal directo de la persona histórica del Mesías, la 'doncella' será la Madre histórica del Mesías, la Virgen María.


La concepción y el nacimiento virginal del Mesías parece insinuarse en la palabra ha-'almah, y así lo entendían los traductores de la versión de los LXX"., Cfr. Biblia Comentada, Texto de la Nácar-Colunga, Profesores de Salamanca, P.Lic. Maximiliano García Cordero, O.P., Libros Proféticos III, Isaías 7, Pág. 114-115. B.A.C. (MCMLXI ).


007 ¿Hay en el Antiguo Testamento símbolos o figuras de María?


Sí. Pruebase ante todo con testimonios de las Sagradas Escrituras y de los Santos Padres. Los principales son: El Paraíso Terrenal; El Arca de Noé; la Paloma del Arca; El Arco Iris; La Escala de Jacob; La Zarza que ardía; La Vara de Aarón; el Arca de la Alianza, Esclava, Ciudad de Dios, Estrella del Mar, Puerta del Cielo, Amada y El Vellocino de Gedeón.


008 ¿Arca de Noé?


Fuera del Arca de Noé no hubo salvación, fuera de María y de Jesucristo no hay salvación.  María fue predestinada por Dios Uno y Trino y traída a la existencia para ser la Corredentora de la humanidad (Gén. 6, 14; 2 Cor. 6, 11; Apo.  11, 19).


009 ¿Paloma?


Este nombre de la Virgen María significa:


a. Su pureza inmaculada, inmune del pecado original, de todo pecado actual y aun del fuego de la concupiscencia.

b. Su sencillez, que se colora únicamente de verdad y bondad.

c. Su fecundidad, que dió a luz a un Dios, quedando virgen, y que fecundó en lo exterior al Espíritu Santo.

ch. Su paz interior y exterior. 

( Gén. 3, 15; 8, 8; Cant. 1, 15c ).


010 ¿Arco Iris?


Anuncia el término de cualquier tempestad y el comienzo de la serenidad absoluta. La Virgen María con su aparición sobre el planeta, anunció el fin de la tempestad de castigos suscitada por el pecado original y el comiemzo de un buen tiempo en Jesús y con Jesús ( Gén. 9, 13; Apoc. 10, 1 ).


011 ¿Escala de Jacob?


La escala vista por Jacob, tocaba con una extremidad la tierra y con la otra la morada celestial. 

La Virgen María toca por una parte la Tierra puesto que es una pura criatura y por otra el Cielo puesto que el Señor Jesús, la hizo su Señora Madre y nuestra Mamá Celestial.

Con la escalera se sube fácilmente a la gloria perpetua. ( Gén. 28, 12 ).


012 ¿La Zarza Ardiente?

En medio de la Zarza estaba Dios. Dentro de la Virgen María es su purisímo seno, estuvo el Hombre-Dios: ¡Jesús El Señor! ( Exo. 3, 2; Dt. 33, 16 ).

013 ¿Vara de Moisés?

La Vara de Moisés - Enciclopedia Mariana Lam

Dios, Uno y Trino se sirvió de aquella vara para obrar prodigios en favor del pueblo Hebreo.

Y Dios se sirvió y se sirve de la Virgen María para obrar grandes milagros en favor del pueblo cristiano ( Exo. 4, 20;  Eze. 7, 10 ).


014 ¿Estrella del Mar?


"Veo algo en el futuro, diviso algo allá muy lejos; es una estrella que sale de Jacob, un rey que se levanta en Israel"., Cf. Números 24, 17 ab.

El nombre de Estrella del Mar es tan propio de la Virgen, que llegó a tenerse por el significado de su mismo nombre de María. Danle este nombre en diversas formas e innumerables veces la Iglesia y los Santos Padres.

El nombre de Estrella, con relación al entendimiento, denota la luz de la verdad, y con relación a la voluntad el consuelo y la esperanza; mas por lo que toca a la verdad, podemos considerar a esta Estrella en dos fases distintas, como iluminada y como iluminadora. De donde salen cuatro puntos:


a. María como iluminada por el Sol Eterno.

b. María como iluminadora de las inteligencias.

c. María como consoladora de los afligidos sedientos de la luz Divina.

ch. María como un océano de gracia que brilla ante la creación.

d. María como Madre del Hombre-Dios: La Luz del Mundo ( El Rey de Reyes ).

e. María como protectora de los navegantes marinos. ( Gén. 1, 16; Num. 24, 17; Mat. 2, 2 ).


015 ¿Ciudad de Dios?


No menos conviene este nombre a María y la significación de este salmo, si miramos a lo que el nombre de ciudad encierra, ya en su estructura material, ya en su constitución moral ( Num. 35, 11; Sal. 48, 1;  Mat. 5, 14; Apo.22, 14).

A cuatro pueden reducirse las excelencias que el salmista celebra de esta mística Ciudad de Dios:

a. La grandeza de sus fundamentos.

b. El amor con que la mira el Rey del Cielo.

c. La persona de su Fundador y la Calidad y muchedumbre de sus moradores, o sea la maternidad de María respecto de Dios encarnado y de todos los hombres.

ch. El regocijo y felicidad de los que en ella habitan, por tener en ella todos los bienes., Cfr. "Los Nombres de María", Pbro. Ulderico Urrutia, S.J. ( 1932 ); "María en la Historia de la Salvación", Las figuras y símbolos de María, Pág., 22 y 23, Hermana Francisca Teresa de la Presentación, Mayo 13 de 1980.


016 ¿Puerta del Cielo?


María es puerta del Cielo, primeramente porque por Ella nos vino Jesucristo. Mas ahora la consideraremos como la Puerta por donde los hombres han de entrar en el cielo ( Gén. 22, 17; Deut. 11, 20; Sal. 118, 20; Apo. 4, 1).

María Santísima es llamada con razón Puerta del Cielo:

Porque como Mediadora de todas las gracias influye en la gracia de nuestra predestinación a la gloria.

Porque su devoción es, de ley ordinaria, necesaria para la salvación, esto es, para la ejecución de nuestra predestinación.

Porque su devoción es también señal positiva de salvación.

Porque favorece especialmente a sus devotos en el paso del tiempo a la Eternidad, los libra del Purgatorio y les proporciona aumento de gozo accidental en el cielo.

017 ¿Eva? 

La Iglesia Católica llama figuras de María a aquellas personas, que en el Antiguo Testamento, tienen muy señaladas y especiales semenjanzas con María Santísima. 

Las principales fueron: Eva, Sara, Rebeca; María, hermana de Moisés, Ruth, Nohemí, Abigail, Abisag, la Sulamita, Betsabé, Judith y Ester. Veamos algunas de ellas. 

Eva fue la primera, en orden de tiempo, entre todas las mujeres, y la Virgen María fue la primera, en orden de dignidad, la "bendita entre todas las mujeres". La que fue colmada de bienes naturales y sobrenaturales. 

De María como Segunda Eva (No sujeta al Pecado Original), nos hablan: 

Justino (Dialog. Cum Tryphone, 100); Ireneo (Contra Haereses, III, XXII,); Tertuliano (De Carne Christi, XVII); Julio Firmico Materno (De errore profan, Relig. XXVI); Cirilo de Jerusalén (Catecheses, XII, 29); Epifanio (Haeres, IXXVIII, 18); Teodoto de Ancyra (Or. in S. Deip, n. XI); Y, Sedulio (Carmen Paschale, II, 28).

San Juan Crisóstomo afirma: “Cristo derrotó y venció totalmente al demonio con los mismos medios y las mismas armas de que él se había servido para vencer primero. ¿Y cómo? Óyelo: ‘Una Virgen, un madero y una muerte fueron los símbolos de nuestra derrota’. La Virgen era Eva; el madero, el árbol de la ciencia; y la muerte, el castigo de Adán.

“Pero atiende de nuevo: una Virgen, un madero y una muerte son también los medios de la victoria. En el lugar de Eva está María; por el árbol de la ciencia del bien y del mal, el madero de la cruz; y por la muerte de Adán, la de Cristo. ¿Ves ahora cómo el demonio fue derrotado por donde él mismo había antes vencido?”.

San Ireneo, en su obra Contra Los Herejes, del año 185, dice: “En correspondencia encontramos también obediente a María la Virgen, cuando dice: ‘He aquí tu sierva, Señor: hágase en mí según tu palabra’ (Lc 1,38); a Eva, en cambio, indócil, pues desobedeció siendo aún virgen. La Lumen gentium recuerda el contraste entre el modo de actuar de Eva y el de María, que san Ireneo ilustra así: "La Virgen María se convirtió en abogada de la virgen Eva. Y de la misma forma que el género humano había quedado sujeto a la muerte a causa de una virgen, fue librado de ella por una Virgen; así la desobediencia de una virgen fue contrarrestada por la obediencia de una Virgen..." (Adv. Haer., 5, 19, 1).

“Así también el nudo de la desobediencia de Eva se desató por la obediencia de María; pues lo que la virgen Eva ató por su incredulidad, la Virgen María lo desató por su fe”.

San Justino mártir, en el año 165, en su Diálogo con Trifón, también destaca el paralelismo entre Eva y María: “Si por medio de la Virgen Cristo se hizo hombre, es porque el plan divino establece que por el mismo camino en que comenzó la desobediencia de la serpiente se encontrara también la solución. En realidad, Eva era virgen e incorrupta cuando acogió en su seno la palabra que le dirigió la serpiente y dio a luz la desobediencia y la muerte. (…) Hay ahí un paralelismo entre Eva y María sólo en cuanto son vírgenes invioladas, que acogen una palabra; pero lo restante está en oposición.

“Por un lado, Eva crea desobediencia y muerte, por el otro María concibe fe y gloria: Cristo hecho hombre por medio del Espíritu Santo”.

"De modo que la comparación y antítesis entre Eva y María pudo ser compendiada por San Jerónimo con estas breves palabras: "Por Eva la muerte, por María la vida", Cfr. Tratado popular sobre la Santísima Virgen, María antes de su Divina Maternidad, Pbro. Pascual Rambla, OFM, # 1, Pág., 13.

San Epifanio: “Eva resultó ocasión de muerte para los hombres, pues por su medio entró la muerte en el mundo. María en cambio es ocasión de vida, pues por su medio nos nació la vida. Por eso vino el Hijo de Dios al mundo”.

Por su parte, san Cirilo de Jerusalén dijo: “Por medio de una virgen, Eva, viene la muerte; por medio de una Virgen o, más bien, de la Virgen, era necesario que apareciese la vida”.

018 ¿Sara?

Sara esposa de Abrahán, madre de Isaac. Estuvo dotada de una rara belleza. También María fue singularmente hermosa física y moralmente.

Sara no obstante su esterilidad tuvo prodigiosamente un hijo: Isaac figura de Cristo, María no obstante su virginidad, tuvo prodigiosamente un hijo: Jesucristo a quien concibió por obra del Paráclito (El Espíritu Santo).

019 ¿Ruth?

Como Ruth, encontró gracia ante Booz, ante el cual se proclamó humilde sierva, y llegó a ser su esposa, así la Bienaventurada Virgen María 'encontró gracia ante el Señor', proclamandosé su humilde esclava y fue esposa de Dios para la regeneración sobrenatural del género humano hasta el día del Juicio Universal.

Ester es una de las más bellas y sugestivas figuras de María. Sobrina de Mardoqueo, esposa de Asuero.

Obtuvo la gracia de los judíos perseguidos por Amán. También María fue amada por Dios con especial predilección y nos ha obtenido varias gracias del Cielo.


020 ¿Judith?

Según la Sagrada Escritura, fue una heroína judía de aspecto muy elegante, bellísima en todo. Temía mucho al Señor y no había quien dijese nada contra ella. Judith cortó la cabeza del gigante Holofernes y salvó la ciudad de Betulia ( Judith 15, 9 ). 

María Santísima quebrantó la cabeza de Satanás y salvó el género humano. Judith fue aclamada por el Sumo Sacerdote "Gloria de Jerusalén (Ariel)", Honor del Pueblo".

Otro tanto ha hecho y hace la Iglesia respecto a María Santísima en su 'Tota Pulcra'. Judith fue hermosa en toda la Tierra de Israel. María es famosa en la cristiandad y por todo el universo.

La liturgia católica ha empleado en sus libros otras diversas figuras acomomodaticias de María de Nazaret tomadas del Antiguo Testamento, tales como: Tamar ( La mujer cananea, esposa del primogénito Judá ); María ( Profetisa y hermana de Aarón ); Rajab ( La prostituta pagana de Jericó, quien hospedó y protegió a los espías que había enviado Josué, y que tiempo después concibió a Booz, ascendiente de Jesús ); Ana ( Esposa estéril de Elcaná, y que engendraría después al juez Samuel, el cual desde su más tierna infancia se consagra al Servicio de Yavé y del pueblo ); Y, Betsabé ( La mujer de Urías el Hitita, de la que se enamoró David indebidamente; su segundo hijo fue Salomon, heredero del trono y de la ascendencia del Mesías ).

"Débora, Jahel y Judit, mujeres valientes, insignes por sus victorias contra los enemigos del pueblo de Dios, evocan a María, cuyo poder contra el demonio canta la Iglesia católica diciendo que "es poderosa como ejército en orden de batalla".

La bella Ester, esposa de Asuero, exceptuada de la ley de muerte dada contra cuantos se llegaban al rey sin ser llamados, y que alcanzó la salvación de todo su pueblo, prefigura a María preservada, por especial privilegio, de la ley universal del pecado de origen, y corredentora de todos los hombres.

021 ¿Rebeca?

"A quien Abraham mandó la embajada de Eliezer, pidiéndola por esposa para su hijo Isaac, prefigura hermosamente a María en muchos extremos: como ella, María recibió un mensaje de desposorio, al anuciarle el ángel la Encarnación. Los santos Padres recogen los detalles de su caridad al ofrecer agua al mensajero, para sí y los suyos, de su modestia, y de su hermosura, para aplicarlas a la Virgen, pura y bellísima sobremanera, que da el agua de la gracia a cuantos se dirigen a Ella", Cfr. Tratado sobre la Santísima Virgen, Pbro. Pascual Rambla, Pág., 13, Figura 3, # 2.

022 ¿Lía y Raquel?

"Lía, por su fecundidad, y Raquel por su hermosura, son asimismo figuras de María. La última acrecienta su simbolismo mariano al ser madre de José, traicionado y vendido por sus hermanos, y Redentor de los mismos, al igual que el benditísimo Hijo de la Virgen, Jesús"., Cfr. Obra Citada Tratado Popular sobre la Santísima Virgen, Pág., 14. 2 Figuras, # 4.


023 ¿Resfa?

""La mujer dolorida y fuerte, que al descubrir los cadáveres de sus dos hijos colgados por los enemigos, los vela y guarda al pie del árbol llorándolos con amargura, símbolo es también de la Virgen en su compasión por los pecadores y las benditas almas del purgatorio, según interpretan los Santos Doctores. Por la fortaleza de ánimo, prefigura también a María la invicta madre de los Macabeos sacrificados a su vista antes que conculcar la ley de Dios", Cfr. Obra Citada con su autor "Tratado Popular sobre la Santísima Virgen", Pág., 14. 2 Figuras, # 5.


024  ¿Otras figuras de María, en las Personas insignes del Antiguo Testamento?

"La lista es inacabable. Terminemos con una figura poco conocida, pero pletórica de significado mariano: la mujer de Tecua. En el II de los Reyes se lee que habló así al Rey: "Dos hijos tenía tu sierva, y en una riña uno mató al otro. Y ahora se quiere matar al que le queda para vengar la muerte de su hermano. Y si matan a este mi hijo, quedo sin hijo alguno". Cualquiera alcanza el profundo significado de la aplicación a María. 

Dos hijos tiene María: uno Hijo suyo e Hijo de Dios, Jesús, y el otro todos los hombres, la humanidad entera, hijo de pecado y del infierno, como escribe el Apóstol. Y este segundo hijo mató con sus pecados al Hijo de Dios y de María, según lo que escribe el mismo Apóstol: ¿No sabéis que cada vez que pecáis  renováis la muerte del Hijo de Dios? Y, sin embargo, María se presenta al Padre Celestial, mostrándole su dolor e intercediendo por sus hijos, matadores de Jesús", Cfr. Pbro. Pascual Rambla O.F.M. Tratado Popular sobre la Santísima Virgen María, Capítulo I, # II, 6 al 8, Pág., 14, Año 1954.

"En el Antiguo Testamento, Yahvé es el creador del pueblo. El entra en el pueblo de Israel como salvador. En el Nuevo Testamento, el Nuevo nace ligado al Antiguo, nace de las esperanzas del antiguo, pero fundamentalmente "irrumpe" desde Dios. María, imagen del pueblo que espera, recibe a Dios en su seno; o, en otros términos, el pueblo se convierte en morada ( Shekinah ) de Dios"., Cf. "La Virgen del Tercer Milenio", Pbro. Gustavo Vallejo T. ocd, Cap 3, La Madre del Mesías, prometida, vislumbrada, prefigurada, 3.4, Mujeres, figuras de María, Pág., 68, (2000).


025 ¿Nuestra Señora en la Esjatología y no en el fundamentalismo fanático?


La Madre de Nuestro Señor Jesucristo aparece en el Nuevo Testamento en más de 180 versículos.

Estos versículos se encuentran señalados claramente en unos 14 textos que se encuentran debidamente incluídos en San Mateo (libro escrito  entre finales de los 70 y principios de los 80 - Siglo I D. de Js.), en San Marcos (libro escrito entre finales de los 70 y principios de los 80), en San Lucas (libro escrito entre finales de los 70 y principios de los 80. 

Es el más Mariano de todos, en San Juan (libro escrito entre finales de los 80 y principios de los 90), en Hechos de los Apóstoles (libro escrito entre finales de los 70 y principios de los 80), en San Pablo a los Gálatas (libro escrito a principios de los 50) y en el Apokalypsis de San Juan  (libro escrito a principios de los 90).

Nos parece que con este orden anterior nos permite ver cómo la persona de María de Nazaret, la Madre de Jesús fue bastante apreciada por sus autores sagrados y por todas las primeras comunidades del cristianismo naciente, a medida que el calendario católico iba pasando y que ha llegado hasta nuestro días como una gran herencia de la Santa Iglesia Católica.

Y para conocer esta herencia de tres milenios la Iglesia Universal se ha valido de la exégesis (de los análisis de los textos), y de la hermenéutica (que descubre sus mensajes y lo que nos dicen ).

Es que realmente si todas las sagradas escrituras tienen que ver con Nuestro Señor Jesucristo también lo tienen que ver con su Santísima Madre desde el Génesis hasta el Apokalypsis. Ellos dos son el centro de la Palabra de Dios. Primero Dios y después de Dios la Santa Madre. No cabe duda. Amén.

Por eso en muchos grupos apostólicos católicos acostumbran decir con propiedad y convicción sus miembros consagrados, estas valiosas premisas, dignas de un ejército en acción y sin exageraciones:

"¿Quien como Dios? (Salmo 35, 10a ) ¡Nadie como Dios! ( Jeremías 10, 6 ) Y, ¿Después de Dios? ¡Nadie como María? Y, ¿Después de Jesús y María? ¡Nadie como San José!".

"Él después de su gloria, no desea otra cosa que tu gloria, al verte amada y honrada por todos"., Cf. San Alfonso María de Ligorio, "Glorias de María", María socorre a sus devotos en el purgatorio, #2, Oración, Pág., 171.

"Después de Dios no hay ser que más nos ame y que mayores favores nos conceda que María Santísima"., Cf. San Juan Melchor Bosco, "Ejemplos Marianos", P. Eliécer Sálesman, Pág. 97 # 79 ( El Mejor Título ).

"Después de Jesús, Santa María fue su gran querer"., Cf. Federico Delclaux, Santa María en los escritos de San Josemaría Escrivá de Balaguer, Pág., 22. Ed. Rialp, 2004.

Además hablar de la Santísima Virgen María como dicen varios biblistas especializados, es verla siempre en relación con el HOMBRE - DIOS y, en esta sana perspectiva esjatológica muchas páginas del Antiguo y Nuevo Testamento, así no se refieran directamente a la Madre de Dios, a ella aluden. De manera explícita, sólo el Nuevo Testamento tiene textos directos sobre la Madre de Dios y, aún así, son pocos como lo acabamos de ver. Y, para descubrir los textos del Antiguo Testamento necesitamos conocer los del Nuevo con respecto a su persona.

En Castellano, la escatología significa dos cosas completamente diferentes: el ‘conjunto de creencias referentes al fin de los tiempos’ (de ésjatos: ‘último’) y también el ‘estudio del excremento’ (de skatós: ‘excremento’). 

Para los ingleses, nuestro sonido j se escribe como una h o más claramente como una kh, como en Akhenaton (nuestro Ajenatón), Khakasia (Jakasia), Kharkov (Járkov), Khartum (Jartum) o Khuzestan (Juzestán). Sin embargo, el idioma español trasliteró involuntariamente dos fonemas distintos (la k y la kh inglesa) con la misma letra (c), por lo que los dos conceptos distintos quedaron homónimos. 

Es notable la aclaración que hace el escritor y sacerdote católico P. Leonardo Castellani:

"Esjatológico: ¿por qué escatológico con jota? Porque así debe ser. Hay dos palabras morfológicamente parecidas en español: “escatológico”, que significa pornográfico —de scatós, término griego que significa ‘excremento’— y “esjatológico”, que significa ‘noticia de lo último’ —de ésjaton, ‘lo último’— las cuales son confundidas hoy día, por descuido o posdescuido o ignorancia o periodismo, incluso en los diccionarios (Espasa, Julio Casares); de modo que risueñamente el apóstol San Juan resulta un escritor ¡pornográfico o excremental! Yo hago buen uso; si el buen uso se restaura, mejor, sino, paciencia. Poco cuidado con nuestra lengua se tiene hoy día"., Cf. Pbro. Leonardo Castellani, El Apokalypsis de San Juan (Pág. 313). Buenos Aires: Dictio, 1977.

Sin duda, la Mujer esjatológica se refiere tanto a la Iglesia Católica con todos sus tiempos apocalipticos como a María, pues María de Nazareth es Iglesia.

La Esjatología Católica ( la misma que conoció la Virgen María a traves de su Hijo Jesús ) ofrece una esjatología parecida a la del judaísmo, la cual está explicada por los Evangelios del siglo I y por los teólogos posteriores. Y también la sana esjatología Católica difiere bastante de las esjatologías fanáticas, fundamentalistas, radicales, sentimentalistas y represivas: la protestante,  la musulmana, la marxista, etc.

La teología genuina cristiana se ha ocupado mucho —especialmente durante el medievo y la Reforma— de los "novísimos" (los últimos cuatro estados del ser humano, que son muerte, juicio, infierno y gloria).

LA ESJATOLOGÍA, PUEDE  SER:

Esjatología general: La Parusía: el "advenimiento glorioso" o segunda venida de Jesucristo y el "fin de los tiempos". Antes de ese tiempo se desarrollará la Gran Tribulación, en la cual se hará prominente el papel del Anticristo. La "resurrección de la carne": Todos resucitarán en el último día con sus cuerpos reconstituidos y perfeccionados, es decir, semejantes al de Jesucristo: ¡Todos Transfigurados! 

Esjatología consumada: la vida eterna, ya sea en el Cielo o en el Infierno ( 2 San Pedro 3, 10 ).

Esjatología intermedia: la muerte física y muerte espiritual (el castigo eterno del Dios Yahvé)., Cf. Apocalipsis 20, 4 - 6.

El Purgatorio: Donde aquellas personas que no están totalmente purificadas de sus pecados van a este lugar de la misericordia de Dios a purgar sus deudas TEMPORALMENTE. 

(Creencia real, bien sustentada y solamente de la religión Católica). 

EL YA Y DEL TODAVÍA NO. Pueden ser ayudadas -estas Almas PURGANTES- por los vivos, ya sea por medio de la Eucaristía, la penitencia, la limosna, una indulgencia plenaria,  el rezo del Santo Rosario o del Vía Crucis y así entrar algún día a la vida eterna. 

De una exégesis de la Biblia tomada en su sentido gramatical podemos elaborar  distintos apartados esjatológicos extraídos básicamente desde el libro del Apokalypsis, bien que las aportaciones desde los otros libros de la Biblia son también importantes. 

Los apartados son: Muerte física. Afecta a todos:"Pero el Señor dijo: -No voy a dejar que el hombre viva para siempre-, porque él no es más que carne. Así que vivirá solamente ciento veinte años" (Génesis 6:3); «Está establecido para los hombres que mueran una sola vez» (Heb 9:27a). Inmediatamente que la persona muere, va directamente a un juicio, (particular) para después estar ya sea gozando del Paraíso, purgando sus penas en el Purgatorio o sufriendo el desamor en el Infierno. 

(VER POSTRIMERIAS).

La Segunda Venida. Es el segmento más grande, con diferencia, ya que está situada en el fin de los tiempos (Hebreos 9:28). El Anticristo ó el hombre malvado Aparecerá en los tiempos del fin (para el escritor de I Jn ya son los tiempos del fin), con doctrinas que nieguen a Cristo. (I Jn 2:18-23; 2 Tesalonicenses 2:3). Resurrección. Cristo la enseñó con claridad y él mismo resucitó. (1 Corintios 15, 12 - 58). 

Los juicios. El juicio particular inmediatamente después de la muerte y el juicio final, que será universal. (Hebreos 9:27b; Apocalipsis 20: 11-15).



026 ¿Qué dice el Catecismo Universal?


El Catecismo de la Iglesia católica resume de modo sintético y eficaz el valor decisivo para toda la humanidad del consentimiento libre de María al plan divino de la salvación: "La Virgen María colaboró por su fe y obediencia libres a la salvación de los hombres. Ella pronunció su "fiat" "loco totius humanae naturae" ("ocupando el lugar de toda la naturaleza humana"). Por su obediencia, ella se convirtió en la nueva Eva, madre de los vivientes" (nº. 511).


027 ¿En la encíclica Redemptoris Mater?


"En efecto, "¿no es tal vez María la primera entre "aquellos que escuchan la palabra de Dios y la cumplen"? Y por consiguiente, ¿no se refiere sobre todo a ella aquella bendición pronunciada por Jesús en respuesta a las palabras de la mujer anónima?" (n. 20). Así, en cierto sentido, a María se la proclama la primera discípula de su Hijo (cf. ib.) y, con su ejemplo, invita a todos los creyentes a responder generosamente a la gracia del Señor".


028 ¿El Corazón Inmaculado de María unido al Sagrado Corazón de su Hijo Jesús?


Uno de los términos más presentes en la Biblia para referirse al hombre es «corazón». En efecto, solo en el Antiguo Testamento aparece alrededor de 1500 veces. Convendría señalar que «corazón», en hebreo leb, expresa el interior de una persona. Se trata de la sede de los sentimientos, anhelos y deseos. Es el núcleo más íntimo del hombre (cf. Jr 31,33) y expresa la síntesis de la persona. Es ahí donde el hombre se decide o no por Dios (cf. Dt 6,5; 29,3; Is 29,13; Ez 26,26; Mt 6,21) . Aplicando el significado bíblico de «corazón» a María nos estamos refiriendo pues a la misma persona de María con énfasis en su interioridad. Y para poder describir el Corazón de María es necesario fijarnos en su presencia activa en la historia de la salvación tal como nos relata el Nuevo Testamento .


Una cuestión que surge es ¿cómo estudiar bíblicamente el Corazón de María? Al respecto, son varios los acercamientos que se han dado. Una primera forma es fijarse en las veces que aparece literalmente la palabra «corazón». Al respecto, aunque la palabra corazón aplicada a María aparece dos veces (Lc 2,19.51). Sin embargo, no basta quedarnos con estos pasajes pues sería un gran empobrecimiento sobre la persona de María . 


Otra forma es acercarse al Corazón de María desde un aspecto ontológico y otro llamado psicológico. El aspecto ontológico consiste en percibir el ser de María como la Mujer llena del amor de Dios. Mientras que el aspecto psicológico está referido a todo aquello que hace amable a María hacia sus hijos. Los dos aspectos están relacionados. María por ser elegida para ser la Madre de Dios, fue preparada limpia de toda culpa de pecado, por ello, «llena de gracia» (Lc 1,28), que podemos decir también «llena totalmente del amor de Dios». Y, además, por ser la Madre de la Iglesia expresa su amor maternal a todos los miembros del cuerpo de Cristo. 

Otra forma, muchos más rica es acercarse a través de una categoría bíblica que articule la interioridad de María presente a lo largo de los pasajes bíblicos. En este sentido, Ignacio De la Potterie sostiene que la categoría de Alianza es la palabra clave para descubrir el Corazón de María . De ahí que desarrolla está lógica: 

(1) La preparación del Corazón de María para la nueva Alianza. Ella es la «llena de gracia» (Lc 1,28) y su «virginidad del corazón» (cf. Lc 1,26-38) expresa su total orientación a Dios. Y el Corazón de María aparece como aquel que por la fe es capaz de acoger el misterio de la nueva alianza (cf. Lc 2,19.51). 

(2) La nueva Alianza realizada entre los corazones de Jesús y María. Tal como se puede percibir en las bodas de Caná (cf. Jn 2,1-11) y la presencia de María en el Calvario (cf. Jn 19,26-27). Nosotros, más bien, hemos optado por intentar una sistematización de las características del Corazón de María según su presencia a lo largo del Nuevo Testamento.


 029 ¿Corazón lleno de gracia?


El Corazón de María está preparado por Dios para ser la digna morada de su Hijo. Por eso, Ella es la kecharitomene , «llena de gracia» (Lc 1,28). Nos encontramos con uno de los fundamentos bíblicos del dogma de la Inmaculada Concepción . En el interior de María, por la acción santificadora de Dios, no existe nada de pecado. Su Corazón, por gracia de Dios, es Inmaculado. Creemos que el punto de partida para referirnos al Corazón de María es su plenitud de gracia. En María se refleja la absoluta primacía de Dios. 


030 ¿Corazón maternal? 


María es sobre todo la Madre de Jesús y por eso, la Madre de Dios tal como fue definido en el Concilio de Éfeso (431).  Todo el ser de María está transido por la maternidad divina y en ella se expresa de manera insuperable la vocación maternal. Su corazón maternal en primer lugar se refiere a ser la Madre del Emmanuel (cf. Is 7,14; Mt 1,23), pero también incluye la maternidad espiritual sobre los cristianos.

Dado que María es la madre de Cristo, cabeza de la Iglesia (cf. Col 1,18), lo es también del cuerpo de Cristo, la Iglesia (cf. Rm 12,4; 1 Co 12,12). Será en el Calvario donde se muestre con claridad la maternidad espiritual de María sobre los discípulos de su Hijo. En el Gólgota, María recibe la misión de ser la madre del discípulo amado (cf. Jn 19,26) . 

[(El texto del evangelio de [(San Juan 19: 25-27)] nos remite a la presencia de la Santísima Virgen María a los pies de la cruz. Viviendo ese mismo dolor, padeciendo esa misma tortura de la flagelación, de la corona de espinas, de los clavos, de la lanza, etc. Lo más importante no es quedarnos en el dolor, sino pensar que lo que une el dolor de Jesús y el dolor de María, el dolor del hijo y el dolor de la madre es un mismo amor. 

Porque, sufrir, pueden sufrir muchas personas, y hay muchas clases de sufrimiento en esta tierra, pero, no todo sufrimiento se vive con amor y por amor. Por eso hay sufrimientos que son estériles, quedan en el vacío, se pierden. En cambio, hay sufrimientos que son fecundos.

Jesús habló de un sufrimiento que es fecundo: El dolor de la mujer cuando da a luz. Es uno de los dolores más grandes que puede padecer una mujer y, sin embargo, da fruto y ese fruto es vida, vida para el mundo. Esto indica que existen dolores fecundos.

Una aplicación muy práctica será preguntarnos si nosotros sabemos sufrir, porque existen personas que, encerrándose en su dolor, lo hacen estéril. Hay quienes, desde su dolor, reniegan de Dios y se desconectan del único que podría darle un significado a ese dolor. Hay personas que con su dolor se vuelven resentidos sociales y así convierten en causa de enemistad lo que podría, por el contrario, servirles para desarrollar una fraternidad más profunda, porque cuando alguien sabe sufrir descubre lazos muy profundos de unión y fraternidad con los hermanos.

Pidámosle al Señor, por intercesión de María Santísima, a quien recordamos como nuestra Señora de los Dolores, que nosotros sepamos sufrir, que tengamos cierto que nadie estará ausente de ese escenario del dolor, todos tenemos que pasar por ahí, ya sea por la enfermedad, vejez, soledad, traición, fracaso económico. Hay tantos motivos de dolor que tiene la vida humana y todos tenemos que pasar por ahí. Por eso, es necesario aprender a sufrir.

No hablamos de un sufrimiento que se quede en la pasividad, María nos muestra el camino. Ese dolor de la cruz se convierte luego en una explosión de vida en el día de Pentecostés, María da a luz al nuevo pueblo de Dios, a la Iglesia. Los sufrimientos de la cruz fueron como los sufrimientos de un parto para ella, y todos nosotros somos fruto de ese dolor vivido con amor. Aprendamos a descubrir en Ella el camino que lleva a la fecundidad de la redención y vivir agradecidos, incluso cuando llega la noche de la dificultad y del desconcierto.

Como símbolo de la Iglesia, los cristianos nos vemos reflejados en ella, porque es el mejor ejemplo de seguimiento de Cristo sobre la tierra, y es signo de consuelo y de esperanza cierta para el pueblo que peregrina hacia el cielo. Nos invita a seguir sus pasos sin rechazar el sufrimiento, aceptándolo como una forma de estar nosotros también al pie de la cruz, prolongando como Iglesia la obra de reconciliación humano-divina que Él vino a realizar y que continúa realizando a través de sus discípulos, Cfr. El Dolor de María - Un Café con Dios - Universidad del Valle de Atemajac.)].

031 ¿Corazón virgen?

María es llamada «la virgen» (Lc 1,27). Ella concibe virginalmente por obra del Espíritu Santo (cf. Mt 1,16.20; Lc 1,35).  Es la siempre virgen, tal como enseña dogmáticamente la Iglesia, y debe entenderse en sentido físico pero, además, espiritualmente. María no solo es virgen antes, durante y después del parto, sino también en su interioridad. Esto lo podemos expresar siguiendo a San Agustín como virginitas carnis, la virginidad física, y virginitas cordis, la virginidad del corazón o virginitas fidei . Con relación a esto último, todo el ser de María está volcado hacia Dios sin reticencia ni desviación alguna. Ella es modelo de consagración. 


032 ¿Corazón esponsal? 


María vive de manera insuperable su esponsalidad. Ella es la esposa de José (cf. Mt 1,15-16; Mt 1,18), siendo José un verdadero protector de la virginidad de María. Pero sobre todo, María vive su esponsalidad en cuanto que está orientada radicalmente hacia Dios, de ahí la imagen de esposa del Espíritu Santo y que, además, conecta con la virginitas cordis antes mencionada. En el Corazón de María, Madre, Virgen y Esposa, se percibe la acción dialógica que obra el Espíritu Santo, pues Ella está relacionada de manera insuperable con cada una de las personas de la Santísima Trinidad. 


033 ¿Corazón caritativo? 


María muestra su amor a Dios mediante su fiat (cf. Lc 1,38). En el nacimiento de Jesús, Ella es la primera en comunicar amor al Salvador acogiéndolo con ternura (cf. Lc 2,7). Pero, también la caridad de María se muestra hacia el prójimo en el pasaje de la Visitación (cf. Lc 1,39-45). Ahí, María se presenta como la primera portadora de Cristo, Christofora, que evangeliza el hogar de Santa Isabel, alegrándole así la vida. 


034 Corazón creyente?

María siempre aparece como la primera creyente en Cristo. Santa Isabel afirma que María es feliz porque ha creído (cf. Lc 1,45). A lo largo de su peregrinación por la tierra, María se muestra como modelo de creyente. En el canto del Magnificat, María expresa su fe mediante la alabanza y la gratitud (cf. Lc 1,46-56). De esta forma, en este himno de alabanza se expresa la fe de María en clave de acción de gracias a Dios omnipotente. 


035 ¿Corazón obediente?


La Santísima Virgen María vive la obediencia de la fe. Su obediencia es totalmente sobrenatural, es una consecuencia directa de su fe. Y la obediencia de María expresa asimismo su humildad. Ella es la «esclava del Señor» (Lc 1,38). María, además, prolonga su fiat de la Anunciación durante todo su peregrinar terreno. 

Al cumplir el rito de la circuncisión del niño, de su purificación (cf. Lc 2,22) y luego presentar al niño en el templo (cf. Lc 2,23-38), María manifiesta una total obediencia a los planes de Dios. Y, así como la obediencia de Cristo adquiere su punto culmen en el Calvario (cf. Lc 23,46), análogamente, la obediencia de María se expresa al pie de la Cruz (cf. Jn 19,25). De esa forma, mientras el Redentor ofrece su vida para redimir a la humanidad entera, María se asocia al sacrificio Redentor de su Hijo. 


036 ¿Corazón contemplativo? 


Tal como hemos indicado ya, dos pasajes mencionan directamente el corazón de María y ambos hacen referencia a la contemplación. María meditaba el misterio de su Hijo y lo guardaba en su corazón (cf. Lc 2,19.51) . Ella es la primera contemplativa, es aquella que contempla de manera insuperable los misterios salvíficos. María aparece como la mujer que contempla con fe el rostro de Cristo. Tras la Pascua de su Hijo, María aparece en oración con los Apóstoles esperando la efusión del Espíritu Santo (cf. Hch 1,13-14). La Iglesia, podemos decir, necesita de la oración de María, la mujer contemplativa. 


037 ¿Corazón intercesor?


En las bodas de Caná, pasaje con una gran riqueza simbólica , se percibe a María como la primera intercesora ante Jesús (cf. Jn 2,1-11). Ella se presenta solicita por el bien de los esposos. De esa forma, no solo muestra su corazón caritativo sino que además aparece como aquella que nos hace participar del «vino nuevo» que es Cristo. En realidad, todo el pasaje de las Bodas de Caná se orienta a mostrar que con Cristo ha empezado la nueva Alianza, Él es el esposo mesiánico que se desposa con la Iglesia. Y, María es llamada por algunos autores de forma audaz: Esposa de Cristo . Como es lógico suponer se trata de un sentido espiritual, en cuanto que María es modelo de la Iglesia esposa . 


038 ¿Corazón crucificado?


María participa del misterio de la Cruz redentora de su Hijo. Ya la profecía de Simeón anunciaba el dolor inefable que iba a experimentar el Corazón de María (cf. Lc 2,35).  La huída Egipto es también un acontecimiento que muestra cómo María debe asociarse progresivamente al varón de dolores (cf. Lc 2,13-14). La pérdida de Jesús en el templo turba el Corazón de María (cf. Lc 2, 41-50) y prefigura la soledad del sábado santo. La presencia de María al pie de la Cruz, tal como es relatada por el Evangelio según San Juan, contiene una riqueza teológica aún no agotada (Jn 19,25-27). En el Calvario, María aparece como la primera en asociarse al misterio de la Cruz de Cristo (Col 1,24) . 

039 ¿Los Siete Dolores de Nuestra Señora?

[(1. Primer Dolor: La profecía de Simeón. (Lucas 2,22-35)

«Simeón les bendijo y dijo a María, su madre: «Éste está puesto para caída y elevación de muchos en Israel, y como signo de contradicción. ¡y a ti misma una espada te atravesará el alma! a fin de que queden al descubierto las intenciones de muchos corazones». (Lc2,34-35)

La profecía de Simeón

2. Segundo Dolor: La huida a Egipto. (Mateo 2,13-15)

«Cuando ellos se retiraron, el ángel de Señor se apareció en sueños a José y le dijo: «Levántate, toma contigo al niño y a su madre y huye a Egipto; y estate allí hasta que yo te diga. Porque Herodes va a buscar al niño para matarle. Él se levantó, tomó de noche al niño y a su madre, y se retiró a Egipto; y estuvo allí hasta la muerte de Herodes: para que se cumpliera lo dicho por el Señor por medio del profeta: De Egipto llamé a mi hijo». (Mt 2,13-15)

La huida a Egipto

3. Tercer Dolor: El Niño perdido en el Templo. (Lucas 2,41 -50)

«Al cabo de tres días, le encontraron en el Templo sentado en medio de los maestros, escuchándoles y haciéndoles preguntas…Cuando le vieron quedaron sorprendidos y su madre le dijo: «Hijo, ¿por qué nos has hecho esto? Mira, tu padre y yo, angustiados, te andábamos buscando…» (Lc2,46-48)

Jesús perdido en el Templo

4. Cuarto Dolor – María se encuentra con Jesús camino al Calvario. (Lam 1,12)

«Vosotros que pasáis por el camino, mirad, fijaos bien si hay dolor parecido…» (Lam 1,12)

María se encuentra con Jesús

5. Quinto Dolor – Jesús muere en la Cruz. (Juan 19,17-39)

«Junto a la cruz de Jesús estaban su madre y la hermana de su madre, María, mujer de Clopás, y María Magdalena. Jesús, viendo a su madre y junto a ella al discípulo a quien amaba, dice a su madre: «Mujer, ahí tienes a tu hijo.» Luego dice al discípulo :»Ahí tienes a tu madre…» (Lc 19, 25-27)

Jesús muere en la cruz

6. Sexto Dolor – María recibe el Cuerpo de Jesús al ser bajado de la Cruz. (Juan 19, 38)

«Después de esto, José de Arimatea, que era discípulo de Jesús, aunque en secreto por miedo a los judíos, pidió a Pilato autorización para retirar el cuerpo de Jesús. Pilato se lo concedió.» (Jn 19,38)

María recibe el cuerpo de Jesús

7. Séptimo Dolor -Jesús es colocado en el Sepulcro. (Lucas 23, 53-54)

«…y, después de descolgarle, le envolvió en una sábana y le puso en un sepulcro excavado en la roca en el que nadie había sido puesto todavía.» (Lc 23, 53-54). La sepultura de Jesús (Mc 15:42-47)]".



040 ¿Corazón glorioso?


Como consecuencia de que María es la primera en asociarse por la fe al misterio de la Cruz, Ella es también la primera en participar de la gloria de la Resurrección. En Ella, la Iglesia ya ha sido glorificada. El dogma de la Asunción de María está pues conectado con el hecho de que María, «llena de gracia» (Lc 1,28), es la llena de gloria (cf. Rm 8,30; Ap 12,1). 

Luego de esta exposición sistemática, quisiera fijar una idea central. Puesto que el Corazón de María es la síntesis de su persona, esto nos debe llevar a contemplar a aquella mujer, Inmaculada por gracia de Dios y elegida para ser la Madre del Salvador, es decir del mismo Dios. En Ella se percibe la fe, la caridad, la obediencia, la contemplación, su participación en la Cruz y la resurrección de Cristo, etc. En el ser de María, dicho bíblicamente: en su Corazón, se unen, pues, todos los dones de Dios a una criatura y al mismo tiempo la respuesta libre más generosa que puede dar criatura alguna.


041 ¿EL CORAZÓN DE MARÍA EN LA ÉPOCA PATRÍSTICA?


Paulatinamente, en el contexto vital de la Sagrada Escritura que es la Tradición, se va profundizando en la riqueza del Corazón de María y esto ha ido impulsando paulatinamente la devoción a este corazón . En este sentido, es necesario referirnos a los Padres de la Iglesia, testigos vivos de la tradición. Al respecto, nos encontramos con algunas referencias que si bien no son abundantes, sin embargo, van perfilando paulatinamente una serie de aspectos sobre lo que luego será la devoción a este corazón. En la teología oriental destaca Orígenes (†253) quien señala que las palabras del anciano Simeón, haciendo referencia a la espada que atravesará el Corazón de María, están anunciando la pasión de Cristo: «¿Cuál es la espada que traspasó el Corazón de María?» . 


Por su parte, San Gregorio Taumaturgo (†275) presenta el Corazón de María como recipiente de los misterios salvíficos. Al referirse a María señala: «Estás llena de luz, oh María, en tu sublime reino espiritual. En ti el Padre, que no tiene principio y cuyo poder te ha cubierto, es glorificado. En ti el Hijo, que has llevado según la carne, es adorado. En ti el Espíritu Santo, que ha obrado en tu seno el nacimiento del gran Rey, es celebrado. Gracias a ti, oh llena de gracia, la Trinidad santa y consubstancial ha podido ser conocida en el mundo» . Conviene señalar que la rica mariología de tradición oriental conocerá luego algunas expresiones que hacen referencia al Corazón de María . 


En la teología latina, San Ambrosio (†397) muestra la interioridad de María al presentar sus virtudes en la perspectiva de ser modelo de vírgenes : «Sírvanos la vida de María de modelo de virginidad, cual imagen que se hubiera trasladado a un lienzo; en ella, como en espejo, brilla la hermosura de la castidad y la belleza de toda virtud. Virgen no sólo en la carne, sino también en su alma, sin que la menor doblez de malicia corrompiese la pureza de sus afectos; humilde en su corazón, prudente en las palabras, madura en el consejo, parca en su conversación [...] solícita en sus labores. A nadie hizo mal, quiso bien a todos, respetó a los mayores, fue amable para con los iguales [...]. He aquí la imagen de la verdadera virginidad. Esta fue María, cuya vida pasó a ser norma para todas las vírgenes» . Y, añade el santo obispo de Milán: «Como flores en alegre jardín brillan en el alma de María las virtudes: en su pudor se muestra el recato; en su fe, la firmeza y el valor; en su devoción, el amor obsequioso. Como virgen, ama el retiro de su casa y no sale de ella sin compañía; como madre, acude al templo a ofrecer a su Hijo a Dios» . 


Pero, será San Agustín (†430) quien remarque una concepción espiritual en María por la fe: «Más bienaventurada es María al recibir a Cristo por la fe que al concebir en su seno la carne de Cristo» . 


042 ¿ EL CORAZÓN DE MARÍA EN LA EDAD MEDIA ?


En el siglo XII, Hugo de San Víctor (†1141) afirmó, siguiendo a San Agustín, que el Verbo descendió a María, porque ya antes Ella lo había concebido en su corazón . 

Por su parte, Ricardo de San Lorenzo (s. XIII) habló de la importancia de la fe y el consentimiento que hubo en el Corazón de María, pues gracias a ellos se dio inicio a la salvación del mundo . En cuanto a los teólogos más representativos de la escolástica, San Buenaventura (†1274) afirma, también en línea agustiniana, la concepción cordis por la fe y la concepción ventris en María . Asimismo, el doctor seráfico ensalza la interioridad de María señalando que Ella es receptora de todas las gracias: «Como el océano recibe todas las aguas, así María recibe todas las gracias. Como todos los ríos se precipitan en el mar, así las gracias que tuvieron los ángeles, los patriarcas, los profetas, los apóstoles, los mártires, los confesores y las vírgenes se reunieron en María» . 


En este sentido, también Santo Tomás de Aquino, aunque no se refiere directamente al Corazón de María, pero sí a su persona enfatiza la dignidad inigualable: «La bienaventurada Virgen María, por el hecho de ser Madre de Dios, tiene una especie de dignidad infinita a causa del bien infinito que es Dios. Y en esa línea no puede imaginarse una dignidad mayor, como no puede imaginarse cosa mayor que Dios» . No podemos dejar de lado lo que significó la presencia de algunas místicas. Una de ellas fue Santa Matilde (†1299), religiosa cisterciense, quien en una revelación privada recibió este mensaje del mismo Señor: «Saluda al Corazón virginal de mi Madre» . 


Por su parte, Santa Gertrudis de Helfta (†1302) proclamó la grandeza del Corazón de María . Y otra mística, Santa Brígida (†1373) señaló con exquisita finura: «Oh Virgen incomparable, vida y alegría de mi corazón, yo reverencio, yo amo, yo glorifico con todas las fuerzas de mi alma vuestro dignísimo corazón» .


043 ¿EL CORAZÓN DE MARÍA EN LOS SIGLOS XVII - XVIII?


En el siglo XVII es necesario resaltar la importancia de San Juan Eudes (†1680) pues fue el gran propulsor de la devoción al Corazón de María. Escribió: El Corazón admirable de la Madre de Dios . Lo peculiar de su aporte, no es la devoción a María en general, una realidad presente ya desde los inicios de la Iglesia, sino su atención en el Corazón de la Madre del Salvador. 

¿Cómo llega a ello? Siguiendo algunos estudiosos de los escritos de San Juan Eudes, podemos afirmar que encontramos influencias de la espiritualidad de Pedro de Bérulle (†1629) –espiritualidad berulliana– que pone énfasis en los misterios de la vida de Cristo, «estados», los cuales deben ser contemplados para adorar a Dios hecho hombre y adherirse así a los sentimientos de Cristo . Y, en este sentido, se destaca el papel de María, como camino hacia Cristo. San Juan Eudes remarca la importancia del Corazón de María que, en síntesis, es la misma persona de María elevada por la gracia de Dios.


 Los escritos de San Juan Eudes sobre el Corazón de María no son una articulación de frases meramente piadosas hacia la Madre de Dios. Nos encontramos con una gran profundidad bíblica tal como acertadamente lo ha hecho notar Ignacio De la Potterie. En efecto, al leer la obra El Corazón admirable de la Madre de Dios, notamos cómo el santo se basa en doce oráculos de la Escritura. Lo llamativo es que solo uno, Lc 2,19.51 pertenece al Nuevo Testamento. El resto son pasajes veterotestamentarios. ¿A qué se debe? Son citas que conectan con el tema de la Alianza: Ez 36, 26-27; Sal 45 (44); Ct 1,12; 2,5; 3, 7-8; 4,1; 5,2; 6,2; 8,7. 


Conviene señalar, aunque sea brevemente, que el texto de Ezequiel hace referencia a la Nueva Alianza . El Salmo indicado es leído por la tradición cristiana como las bodas mesiánicas, entre el Ungido, el esposo, e Israel, la esposa. Y el Cantar de los cantares celebra el amor nupcial entre Yahveh e Israel. Como podemos percibir San Juan Eudes presenta el Corazón de María en clave de Alianza. Al respecto, el santo al afirmar la excelencia del Corazón de la Madre de Dios indica que «quiere decir que su corazón es la fuente y el principio de todas las grandezas, excelencias y prerrogativas que la adornan, de todas las cualidades eminentes que la elevan por encima de todas las criaturas, como el ser hija primogénita del eterno Padre, madre del Hijo, esposa del Espíritu Santo y templo de la santísima Trinidad... Quiere decir también que este santísimo corazón es la fuente de todas las gracias que acompañan a estas cualidades... y además que este mismo corazón es la fuente de todas las virtudes que practicó... ¿Y por qué su corazón es la fuente de todo esto? Porque fueron la humildad, la pureza, el amor y la caridad del corazón lo que la hicieron digna de ser la madre de Dios y consiguientemente poseer todas las dotes y todas las prerrogativas que han de acompañar a esta altísima dignidad» . 


En cuanto al culto debido al Corazón de María, San Juan Eudes aclara que en realidad se orienta a contemplar el amor de María, un amor puramente teologal, por tanto orientado en primer lugar a Dios. En este sentido leemos: «Deseamos honrar en la Virgen madre de Jesús no solamente un misterio o una acción, como el nacimiento, la presentación, la visitación, la purificación; no sólo algunas de sus prerrogativas, como el ser madre de Dios, hija del Padre, esposa del Espíritu Santo, templo de la santísima Trinidad, reina del cielo y de la tierra; ni tampoco sólo su dignísima persona, sino que deseamos honrar en ella ante todo y principalmente la fuente y el origen de la santidad y de la dignidad de todos sus misterios, de todas sus acciones, de todas sus cualidades y de su misma persona, es decir, su amor y su caridad, ya que según todos los santos doctores el amor y la caridad son la medida del mérito y el principio de toda la santidad» . 


Años después de la muerte de San Juan Eudes, morirá Santa Margarita María de Alacoque (†1690). Es la gran propulsora de la devoción al Sagrado Corazón de Jesús. Ella propone practicar la devoción al Corazón del Salvador, «viviendo en el Corazón de María» . De esta forma, presenta el Corazón de María como medio para vivir la devoción al Corazón de Jesús. 


En el siglo XVIII es necesario mencionar a dos santos: Luis María de Montfort (†1716) y Alfonso María de Ligorio (†1787). Aunque no desarrollan una piedad específica al Corazón de María, todo lo que ellos han escrito sobre la persona de María lo aplicamos al Corazón de María, pues bíblicamente, como ya vimos, es la síntesis del ser de la Madre de Jesús. San Luis María de Montfort en su obra: Tratado de la verdadera devoción, presenta a María como la criatura más excelsa creada por la Santísima Trinidad. 


Ella es la obra maestra de la Trinidad. «María es la excelente obra maestra del Altísimo, quien se ha reservado para sí el conocimiento y posesión de Ella. María es la Madre admirable del Hijo, quien tuvo a bien humillarla y ocultarla durante su vida, para fomentar su humildad, llamándola mujer (cf. Jn 2,4; 19,26), como si se tratara de una extraña, aunque en su corazón la apreciaba y amaba más que a todos los ángeles y hombres. María es la fuente sellada, en la que sólo puede entrar el Espíritu Santo, cuya Esposa fiel es Ella. 


María es el santuario y tabernáculo de la Santísima Trinidad, donde Dios mora más magnífica y maravillosamente que en ningún otro lugar del universo, sin exceptuar los querubines y serafines; a ninguna creatura, por pura que sea, se le permite entrar allí sin privilegio especial» . Una consecuencia directa de la acción de la Trinidad en María, es la grandeza de su interioridad: «Digo con todos los santos que la excelsa María es el paraíso terrestre del nuevo Adán (cf. Gn 2,8), quien se encarnó en El por obra del Espíritu Santo para realizar allí maravillas incomprensibles. Ella es el sublime y divino mundo de Dios, lleno de bellezas y tesoros inefables. 


Es la magnificencia del Altísimo, quien ocultó allí, como en su seno, a su Unigénito, y con Él lo más excelente y precioso. ¡Oh! ¡Qué portentos y misterios ha ocultado Dios en esta admirable creatura, como Ella misma se ve obligada a confesarlo –no obstante su profunda humildad–: ¡El Poderoso ha hecho obras grandes por mí! (Lc 1,49)…» . 


San Alfonso María de Ligorio en su obra clásica 'Las glorias de María', ensalza a la Madre del Salvador, mostrando al igual que San Luis María de Montfort las excelencias de María y su poder intercesor . Toda la obra de San Alfonso María de Ligorio está marcada por un profundo amor a la persona de María. Hace algunas referencias al Corazón de María, por ejemplo, en relación con los dolores que ella padeció en su peregrinar con Cristo. Además, el Doctor de los moralistas indica que también nuestros pecados causan dolor en el interior de María: «Bendita Madre mía, María; no sólo con una espada sino con tantas cuantos son mis pecados te he traspasado el corazón. Señora mía no eres tú… sino yo, reo de tantos delitos, quien debe sufrir las penas. Pero, ya que has queridos padecer por mí, consígueme por tus méritos un gran dolor de mis culpas y paciencia para soportar los trabajos de esta vida…» .


044 ¿EL CORAZÓN DE MARÍA EN EL SIGLO XIX?


En el siglo XIX debemos resaltar la presencia de San Antonio María Claret (†1829), santo obispo de Santiago de Cuba, quien fundó la Congregación de los misioneros del Corazón de María. Uno de los puntos del carisma de esta congregación religiosa fue difundir la devoción al Corazón de María. Los misioneros Hijos del Corazón de María, llamados hoy claretianos, fueron grandes promotores de esta advocación mariana. El santo escribirá en su autobiografía estas palabras cargadas de gran amor filial a la Madre del Redentor: «¡Oh Madre benditísima, mil alabanzas os sean dadas por la fineza de vuestro Inmaculado Corazón y habernos tomado por hijos vuestros! Haced, Madre mía, que correspondamos a tanta bondad, que cada día seamos más humildes, más fervorosos y más celosos de la salvación de las almas» .


045 ¿EL CORAZÓN DE MARÍA EN EL SIGLO XX?


Para hablar del Corazón de María en el siglo XX, hay que señalar dos ámbitos, ciertamente relacionados, pero que poseen un estatus teológico distinto. En primer lugar, es necesario referirnos a las apariciones de María Santísima en Fátima (1917) y luego a la repercusión de este acontecimiento en las enseñanzas y gestos de los Romanos Pontífices.


046 ¿a. EL ACONTECIMIENTO «FÁTIMA» [(VER APARICIONES MARIANAS)]?


Desde la teología, las apariciones de María deben ser consideradas dentro del status de revelaciones privadas. En este sentido, conviene señalar que no podemos considerar el mensaje de María en Fátima como una fuente de la Revelación pública que como sabemos ya alcanzó su punto culmen e insuperable en Jesucristo, la Palabra encarnada (cf. Jn 1,14) . Sin embargo, no es correcto descartar los mensajes de aquellas revelaciones privadas que han sido aprobadas por la Iglesia pues están orientadas a profundizar más en la Palabra de Dios para vivirla con radicalidad. Ese es el espíritu con el cual estamos llamados a acoger las apariciones marianas reconocidas por la Iglesia . 


El estudio teológico de todo el acontecimiento de Fátima en integridad muestra con claridad una admirable sintonía con el depósito de la fe . En efecto, primero las apariciones del ángel y luego de María en Cova de Iría, y más adelante en Pontevedra y Tuy, traen un conjunto de enseñanzas que conectan con verdades de nuestra fe católica y las hacen actuales. No es nuestra intensión aquí desarrollar al detalle todo el acontecimiento de Fátima, pero si conviene presentar de forma concreta las verdades relacionadas con la fe. En primer lugar, si nos fijamos en las apariciones del ángel de Portugal (1916) a los pastorcitos tal como han sido relatados por ellos mismos encontramos en esa hermosa y profunda oración que les enseñó : 

(1) La adoración a la Santísima Trinidad que como sabemos en la primera verdad de la fe cristiana. 

(2) La presencia real de Jesús en la Sagrada Eucaristía. 

(3) La colaboración de María en la obra salvífica de Cristo. En cuanto al mensaje de la Madre de Dios a lo largo de las seis apariciones podemos sistematizar una serie de verdades de fe. En el ámbito dogmático nos encontramos con: 

(1) La comunión de los santos. 

(2) La gravedad del pecado que trae como consecuencia la condenación eterna para todo aquel que muere en pecado mortal. 

(3) La existencia del purgatorio como ámbito de expiación post mortem. 

(4) La poderosa intercesión de María ante Jesús, único Salvador del mundo. Dentro del ámbito espiritual, el mensaje de Fátima nos señala: 

(1) El valor incalculable de la oración. 

(2) La importancia del sacrificio cristiano, la mortificación, como participación en el misterio de la cruz de Cristo. 

(3) Las nefastas consecuencias de las ideologías ateas, como fue el caso del comunismo que entonces había arraigado en Rusia. Y toda ideología siempre forja un contexto de persecución contra la Iglesia.

(4) El valor de la sencillez, tal como se puede apreciar en la humildad de los tres pastorcitos . 

(5) El llamado actual a la conversión y a la penitencia. Dos ecos de lo ocurrido en Fátima, vienen a ser las apariciones de la Santísima Virgen María solo a Lucía años más tarde. Estamos hablando de Pontevedra (1925) y Tuy (1929). 

En Pontevedra, la Madre del Salvador vuelva a pedir lo que señaló en su tercera aparición, la práctica de los cinco primeros sábados de mes como reparación a su Inmaculado Corazón . Al respecto, conviene decir que ya desde el siglo X se ha dedicado el sábado a honrar a María. El añadido de esta promesa es una invitación a la conversión contemplando la solidaridad de María hacia su Hijo, ultrajado por los pecados. 

En cuanto a Tuy, el año 1929, Lucia tendrá una visión donde contempla, mediante una imagen, el sacrificio redentor de Cristo inserto en el misterio de la Santísima Trinidad y a María al pie de la Cruz. Todo el acontecimiento de Fátima está orientado a mostrar el Inmaculado Corazón de María. En efecto, el conjunto de los mensajes, donde como hemos visto se articulan armoniosamente verdades de fe y espiritualidad enseñadas por la Iglesia, nos conducen al corazón maternal de la Madre de Dios, es decir a su misma persona que quiere acoger a sus hijos para llevarlos a Cristo, único Salvador del mundo. Por eso, nos atrevemos a decir que la mariología de Fátima es una actualización de las bodas de Caná (cf. Jn 2,1-11) para estos tiempos. 

La «falta de vino» es el alejamiento del hombre moderno del Dios vivo y verdadero, fruto de las más perversas ideologías. María muestra su Corazón Inmaculado, «lleno de gracia», es decir orientado totalmente hacia la Trinidad, pero también herido por aquellos que usando mal su libertad han perdido la orientación teologal de sus vidas. María actualiza el llamado de Jesús a la conversión (cf. Mc 1,15). En Fátima, María habló del triunfo de su Inmaculado Corazón. Conviene al respecto, citar textualmente lo escrito por el entonces Cardenal Joseph Ratzinger sobre lo que significa hablar del Inmaculado Corazón de María: «El “Corazón inmaculado” es, según Mt 5,8, un corazón que a partir de Dios ha alcanzado una perfecta unidad interior y, por lo tanto, “ve a Dios”. 

La “devoción” al Corazón Inmaculado de María es, pues, un acercarse a esta actitud del corazón, en la cual el “fiat” —hágase tu voluntad— se convierte en el centro animador de toda la existencia. Si alguno objetara que no debemos interponer un ser humano entre nosotros y Cristo, se le debería recordar que Pablo no tiene reparo en decir a sus comunidades: imitadme (1 Co 4, 16; Flp 3,17; 1 Ts 1,6; 2 Ts 3,7.9). En el Apóstol pueden constatar concretamente lo que significa seguir a Cristo. ¿De quién podremos nosotros aprender mejor en cualquier tiempo si no de la Madre del Señor?» .


047 ¿b. ENSEÑANZAS Y GESTOS DE LOS ROMANOS PONTÍFICES?


Un gran impulso hacia la devoción al Inmaculado Corazón de María lo dio el papa Pío XII . Por varios motivos. En primer lugar consagró el mundo al Inmaculado Corazón de María el 8 de diciembre del año 1942. El contexto en el que lo hizo fue la trágica situación que se vivía por la llamada segunda guerra mundial. 

Con esta consagración, Pío XII enseña la maternal protección de María no solo sobre la Iglesia sino sobre toda la humanidad. Conviene citarla: “Reina del Santísimo Rosario, auxilio de los cristianos, refugio del género humano, vencedora en todas las batallas de Dios, nos postramos suplicantes ante tu trono, seguros de alcanzar misericordia y recibir gracias y oportuno auxilio y defensa en las presentes calamidades, no por nuestros méritos, de los cuales no presumimos, sino únicamente por la bondad de tu maternal Corazón.

A Ti, a tu Corazón Inmaculado, en esta hora trágica de la historia humana, nos confiamos y consagramos no sólo en unión de la Santa Iglesia, Cuerpo Místico de tu Jesús, que sufre y sangra por tantas partes y en tantos modos es atribulada, sino también de todo el mundo, destrozado por feroces discordias, abrasado por un incendio de odios, víctima de las propias iniquidades.

Conmuévante tantas ruinas materiales y morales, tantos dolores, tantas angustias de padres y madres, de esposos, de hermanos, de niños inocentes; tantas vidas tronchadas en flor, tantos cuerpos desgarrados por la horrenda carnicería, tantas almas atormentadas y agonizantes, tantas en peligro de perderse eternamente.

Tú, oh Madre de Misericordia, alcánzanos de Dios la paz, y ante todo aquellas gracias que puedan convertir en un instante los corazones humanos, aquellas gracias que preparan, concilian, aseguran la paz. Reina de la Paz, ruega por nosotros y da al mundo en guerra la paz en la verdad, en la justicia, en la caridad de Cristo. Dale la paz de las armas y la paz de las almas, a fin de que en la tranquilidad del orden se dilate el Reino de Dios. Extiende tu protección a los infieles y a cuantos yacen todavía en las sombras de la muerte; concédeles la paz y haz que brille para ellos el sol de la verdad y puedan, juntamente con nosotros, repetir ante el único Salvador del mundo; Gloria a Dios en las alturas y paz en la tierra a los hombres de buena voluntad (Lc 2,1).

A los pueblos divididos por el error o por la discordia, y de un modo especial a aquellos que profesan por Ti singular devoción y en los cuales no había casa donde tu venerable imagen (hoy tal vez escondida en espera de días mejores) no tuviese un sitio de honor, concédeles la paz y reintégralos al único aprisco de Cristo, bajo el único y verdadero Pastor” . En su encíclica Haurietis aquas (1956), dedicada al Sagrado Corazón de Jesús, Pío XII afirmó que la devoción al Inmaculado Corazón de María redundará en un culto auténtico al Corazón de Jesús. De esa forma, Pío XII une armónicamente dos devociones tan queridas por el Pueblo de Dios:

“Y para que la devoción al Corazón augustísimo de Jesús produzca más copiosos frutos de bien en la familia cristiana y aun en toda la humanidad, procuren los fieles unir a ella estrechamente la devoción al Inmaculado Corazón de la Madre de Dios. Ha sido voluntad de Dios que, en la obra de la Redención humana, la Santísima Virgen María estuviese inseparablemente unida con Jesucristo; tanto, que nuestra salvación es fruto de la caridad de Jesucristo y de sus padecimientos, a los cuales estaban íntimamente unidos el amor y los dolores de su Madre. 

Por eso, el pueblo cristiano que por medio de María ha recibido de Jesucristo la vida divina, después de haber dado al Sagrado Corazón de Jesús el debido culto, rinda también al amantísimo Corazón de su Madre celestial parecidos obsequios de piedad, de amor, de agradecimiento y de reparación. En armonía con este sapientísimo y suavísimo designio de la divina Providencia, Nos mismo, con un acto solemne, dedicamos y consagramos la santa Iglesia y el mundo entero al Inmaculado Corazón de la Santísima Virgen María” Luego de Pío XII se siguió propagando la devoción al Corazón de María.

Destaca, en este sentido, una serie de gestos de Pablo VI. Así, al acabar la tercera sesión del Concilio Vaticano II, envió la llamada «Rosa de oro» al santuario de Fátima y renovó la consagración al Inmaculado Corazón de María realizada por Pío XII. Asimismo, en su Exhortación apostólica Signum magnum (1967) pidió renovar de forma personal a cada uno de los miembros de la Iglesia dicha consagración . Es de destacar, además, la visita de Pablo VI a Fátima el 13 de mayo de 1967, es decir a los cincuenta años de las apariciones. En dicha visita Pablo VI quiso que estuviese presente junto a él, sor Lucia.

Un acontecimiento no pequeño es el atentado contra San Juan Pablo II por el terrorista turco Ali Agca el 13 de mayo de 1981. El Papa santo no dudó en afirmar que María lo había salvado de morir. Y su viaje a Fátima fue para agradecer a la Madre de Dios dicha gracia. Asimismo, San Juan Pablo II realizó otra consagración al Inmaculado Corazón de María. En ella se vuelve a percibir, como pasó con Pío XII, una gran confianza filial en María haciendo referencia a su Inmaculado Corazón:

“Bajo tu protección nos acogemos, Santa Madre de Dios". ¡Oh Madre de los hombres y de los pueblos!, tú que "conoces todos sus sufrimientos y esperanzas", tú que sientes maternalmente todas las luchas entre el bien y el mal, entre la luz y las tinieblas que invaden el mundo contemporáneo, acoge nuestro grito que, como movidos por el Espíritu Santo, elevamos directamente a tu corazón y abraza, con el amor de la Madre y de la Sierva, este nuestro mundo humano, que ponemos bajo tu confianza y te consagramos, llenos de inquietud por la suerte terrena y eterna de los hombres y de los pueblos.

De manera especial ponemos bajo tu confianza y te consagramos aquellos hombres y naciones, que necesitan especialmente esta entrega y esta consagración. ¡"Bajo tu protección nos acogemos, Santa Madre de Dios"! ¡No deseches las súplicas que te dirigimos en nuestras necesidades! ¡No deseches! ¡Acoge nuestra humilde confianza y nuestra entrega!

"Tanto amó Dios al mundo, que le dio su unigénito Hijo, para que todo el que crea en Él no perezca, sino que tenga la vida eterna" (Jn 3, 16). Precisamente este amor hizo que el Hijo de Dios se consagrara a Sí mismo: "Yo por ellos me santifico, para que ellos sean santificados en la verdad" (Jn 17, 19). En virtud de esta consagración, los discípulos de todos los tiempos están llamados a entregarse por la salvación del mundo, a añadir algo a los sufrimientos de Cristo en favor de su Cuerpo que es la Iglesia (cf. 2 Cor 12, 15; Col 1, 24). 

Ante ti, Madre de Cristo, delante de tu Corazón inmaculado, yo deseo en este día, juntamente con toda la Iglesia, unirme con nuestro Redentor en esta su consagración por el mundo y por los hombres, la única que en su Corazón divino tiene el poder de conseguir el perdón y procurar la reparación.

La fuerza de esta consagración dura para siempre y abarca a todos los hombres, pueblos y naciones, y supera todo el mal, que el espíritu de las tinieblas es capaz de despertar en el corazón del hombre y en su historia y que, de hecho, ha despertado en nuestros tiempos. A esta consagración de nuestro Redentor, mediante el servicio del Sucesor de Pedro, se une la Iglesia, Cuerpo místico de Cristo.

¡Oh, cuán profundamente sentimos la necesidad de consagración para la humanidad y para el mundo: para nuestro mundo contemporáneo, en la unidad con el mismo Cristo! En verdad, la obra redentora de Cristo debe ser participada por el mundo por medio de la Iglesia.

¡Oh, cuánto nos duele, por tanto, todo lo que en la Iglesia y en cada uno de nosotros se opone a la santidad y a la consagración! ¡Cuánto nos duele que la invitación a la penitencia, a la conversión y a la oración no haya encontrado aquella acogida que debía!

¡Cuánto nos duele que muchos participen tan fríamente en la Obra de la redención de Cristo! ¡Que se complete tan insuficientemente en nuestra carne "lo que falta a las tribulaciones de Cristo"!

¡Dichosas, pues, todas las almas que obedecen la llamada del Amor eterno! Dichosos aquellos que, día a día, con generosidad inagotable acogen tu invitación, oh Madre, a realizar lo que dice tu Jesús y dan a la Iglesia y al mundo un testimonio sereno de vida inspirada en el Evangelio.

¡Dichosa por encima de todas las criaturas Tú, Sierva del Señor, que de la manera más plena obedeces a esta Divina llamada!

¡Te saludamos a Ti, que estás totalmente unida a la consagración redentora de tu Hijo! ¡Madre de la Iglesia, ilumina al Pueblo de Dios por los caminos de la fe, la esperanza y la caridad!

¡Ayúdanos a vivir, con toda la verdad de la consagración de Cristo, en favor de toda la familia humana, en el mundo contemporáneo! Al poner bajo tu confianza, Madre, el mundo, todos los hombres y todos los pueblos, te confiamos también la misma consagración en favor del mundo, poniéndola en tu corazón maternal.

¡Corazón Inmaculado, ayúdanos a vencer la amenaza del mal, que tan fácilmente se arraiga en los corazones de los hombres de hoy y que sus efectos inconmensurables pesa ya sobre nuestra época y da la impresión de cerrar el camino, hacia el futuro!

¡Del hambre y de la guerra, líbranos! ¡De la guerra nuclear, de una autodestrucción incalculable y de todo tipo de guerra, líbranos!

¡De los pecados contra la vida del hombre desde sus primeros instantes, líbranos! ¡Del odio y del envilecimiento de la dignidad de los hijos de Dios, líbranos!

¡De toda clase de injusticia, nacional e internacional, líbranos!

¡De la facilidad de pisotear los mandamientos de Dios, líbranos!

¡De los pecados contra el Espíritu Santo, líbranos!

¡Líbranos!

¡Acoge, Madre de Cristo, este grito cargado del sufrimiento de todos los hombres, cargado del dolor de la sociedad entera! ¡Se manifieste, una vez más, en la historia del mundo el infinito poder del Amor misericordioso! ¡Que este amor detenga el mal! ¡Que transforme las conciencias! ¡En tu Corazón Inmaculado se revele a todos la luz de la Esperanza! Amén .


048 ¿TESTIMONIOS LITÚRGICOS SOBRE EL CULTO AL CORAZÓN DE MARÍA?


Los testimonios de la liturgia, expresión viva de la lex orandi , nos permiten afirmar que hubo una progresiva toma de conciencia, por parte de la Iglesia, de celebrar el Corazón de María. Aquí surge una pregunta, ¿por qué celebrar el Corazón de María? La respuesta radica en aquello que ya hemos indicado. Siendo el corazón como la síntesis de la persona, remarcando sobre todo su interioridad, celebrar el núcleo más íntimo de María es invitar a los fieles a contemplar el ser de aquella mujer totalmente abierta a Dios.

Un recorrido histórico del culto al Corazón de María nos lleva a un itinerario que en síntesis es el siguiente : 

(1) En el año 1646 San Juan Eudes obtiene permiso para celebrar una Misa en honor al Corazón de María, pero no adquiere extensión universal. 

(2) En el año 1765 muchos obispos aprobaron el culto al Corazón de María. 

(3) En el año 1799 el clero y los religiosos de Palermo obtienen permiso de Pío VI para celebrar la fiesta del Corazón de María. 

(4) En el año 1805 la Congregación de Ritos da licencia para que puedan celebrarla todos los la pidan.

(5) En el año 1807 los agustinos tienen el permiso de festejar el Corazón Inmaculado de María el domingo infraoctava de la Asunción. 

(6) En el año 1855, la misma Congregación citada aprueba el oficio y la Santa Misa de modo pro aliquibus locis (para algunos lugares). 

(7) En el año 1880 Leon XIII extendió el oficio y la Misa a toda la diócesis de Roma. 

(8) Un hito importante es la consagración de Pío XII al Inmaculado Corazón de María el año 1942. 

(9) En el año 1944 la Congregación de Ritos aprueba el oficio y la Misa para la Iglesia universal. Pío XII manda inscribir la fiesta del Inmaculado Corazón de María el 22 de agosto del Calendario universal.

Actualmente el Calendario ha trasladado la fecha del 22 de agosto, al sábado siguiente al Corazón de Jesús, con el fin de mostrar la relación estrecha entre Jesús y María. Dicho en lenguaje teológico, a través del misterio del Corazón de María accedemos al misterio del Corazón de Jesús. La oración colecta de la Misa propia del Inmaculado Corazón de María ha sido elaborada con elementos del misal preconciliar y del misal ambrosiano . En dicha oración, los fieles al contemplar el corazón de Aquella que es obra maestra de la Trinidad, piden la gracia de un corazón limpio, dócil y caritativo. Es decir un corazón como el de María:

«Señor, Dios nuestro, que hiciste del Inmaculado Corazón de María una mansión para tu Hijo y un santuario del Espíritu Santo, danos un corazón limpio y dócil, para que, sumisos siempre a tus mandatos, te amemos sobre todas las cosas y ayudemos a los hermanos en sus necesidades. Por nuestro Señor Jesucristo» .


049 ¿SÍNTESIS CONCLUSIVA: SOBRE EL CORAZÓN INMACULADO DE MARÍA?


Luego de haber desplegado un panorama histórico–teológico sobre el Corazón de María, ahora, de forma sintética, vamos a fijar las siguientes enseñanzas: 

(1) La devoción al Corazón de María consiste en contemplarla en su persona enfatizando su interioridad. Lo cual, análogamente al Corazón de Jesús, nos conduce a su amor sobrenatural. Se trata de contemplar a María como llena del amor de Dios, transformada totalmente por la gracia (cf. Lc 1,28) y derramando amor maternal hacia sus hijos (cf. Jn 2, 1-11), los miembros de la Iglesia (cf. Hch 1,13-14). Los fieles, al acudir al Corazón de María, están llamados a meditar en la acción transformante de Dios sobre la Madre de Jesús así como en la protección que Ella realiza hacia los hombres, por quienes su Hijo ha muerto y resucitado. 

Esta devoción exige de parte de los creyentes la contemplación de la persona de María, descubriendo en ella la acción de la gracia de Dios, que la hace Inmaculada, y, por otro lado, su respuesta generosa. Por ello, contemplamos a María como la mujer de fe, esperanza, caridad, obediencia, humildad, etc. En el Corazón de María se percibe de forma insuperable el don de Dios dado a una criatura y la respuesta libre y generosa hacia Él. 

(2) La devoción al Corazón de María está unida indisolublemente al Corazón de Jesús tal como hemos señalado cuando mencionamos a Pío XII. Se habla de una alianza entre los dos corazones . Y no existe el peligro de una doble devoción separada . Al contrario, una correcta devoción al Corazón de María conduce necesariamente a una sólida devoción al Corazón de Jesús con todo lo que esta lleva consigo. María hace posible que tengamos los mismos sentimientos de Cristo Jesús (cf. Flp 2,5) y que en nosotros esté el buen olor a Cristo (cf. 2 Co 2,15). María es la primera en contemplar en su integridad el misterio de su Hijo (cf. Lc 2,19.51). Es aquella que, por usar una expresión plástica, «toca» el misterio de Cristo. Y, además, María nos conduce a participar de ese misterio que es la única forma para alcanzar la salvación. 

(3) Forma parte de la devoción al Corazón de María aquello que se denomina la consagración. Es una práctica aprobada por la Iglesia y ha sido realizada formalmente para la Iglesia universal por dos papas: Pío XII y Juan Pablo II. Se trata de una entrega especial a María, pidiéndole su protección, pero al mismo tiempo, lleva consigo las exigencias concretas de vivir nuestra condición bautismal. Consagrarse al Inmaculado Corazón de María es, por tanto, comprometerse a vivir con radicalidad nuestra condición de ungidos que recibimos el día de nuestro bautismo. 

Por decirlo con otras palabras, María nos ayuda a vivir como santuarios de la Trinidad: hijos de Dios Padre (cf. Jn 3,1-2), imitadores de Cristo (cf.1 Co 11,1), templos vivos del Espíritu Santo (cf. 1 Co 6,19-20). La consagración al Inmaculado Corazón de María es una afirmación de nuestro ser hijos de María (cf. Jn 19,26-27). 

(4) El acontecimiento ocurrido en Fátima es, sin temor a exageraciones, plenamente bíblico. El mensaje de María sobre su Inmaculado Corazón tiene profundas raíces evangélicas. Es el Corazón que preparado por la gracia se convierte en el medio por excelencia para establecer una alianza con Cristo, único salvador del mundo (cf. Hch 4,12). 

El triunfo del Inmaculado Corazón, que María proclamó en el acontecimiento Fátima, es, podemos decir el triunfo que alcanzamos cuando entramos en alianza con Cristo, siendo María el camino más fácil y directo para ello. Al respecto, conviene citar lo dicho por De la Potterie: «El tema característico de Fátima, el Corazón Inmaculado de María, encuentra, sin duda, un sólido fundamento en el evangelio.

El relato de la anunciación nos revela que María era transformada por la gracia de Dios, ya antes de la encarnación, pero precisamente en vista de la encarnación: el corazón de María era un corazón totalmente puro, un corazón virginal, que vivía completamente para el Señor. Durante la infancia de Jesús, conservaba en su corazón todo lo que se refería a Él, viviendo en la certeza de la fe y en la espera de la esperanza. 

A partir de la vida pública, la madre de Jesús, la mujer, se convierte en la esposa de Cristo, el esposo mesiánico de la nueva alianza; y de allí vemos cómo se perfila de inmediato su papel de mediación para hacer entrar a los discípulos en relación de alianza, que ella misma ya vivía. Es así como María pasa a ser la Madre de los discípulos, Madre de la Iglesia; y esto es lo que Jesús proclamará abiertamente en la cruz, en el último acto de su obra mesiánica antes de la muerte» , Cfr. Pbro. Dr. Carlos Rosell De Almeida - Doctor en Sagrada Teología - Rector Magnífico de la Facultad de Teología Pontificia y Civil de Lima - EcWiki.





 
        


 
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