01 marzo 2015

¿SOBRE JOSÉ O MEJOR OSIRIS EN EL EGIPTO ANTIGUO?

"17 Pero envió delante de ellos a José, al que habían vendido como esclavo. 18 Le lastimaron los pies con cadenas; ¡lo aprisionaron con hierros! 19 La palabra del Señor puso a prueba a José, hasta que se cumplió lo que José había anunciado. 20 El rey, el que gobernaba a mucha gente, ordenó que le dieran libertad; 21 lo nombró amo y señor de su casa y de todo cuanto tenía, 22 para que enseñara e hiciera sabios a los jefes y a los ancianos"., Salmo 105.







Cuando José fue vendido y conducido a Egipto, tenía dieciséis años. Era de talla media, muy delgado, flexible y ágil de cuerpo y mente. Era todo diferente de sus hermanos. Cada uno era diferente. Si su padre no lo hubiera amado tanto, sus hermanos les hubieran gustado mucho. Rubén era más animado que los demás. Benjamín era un hombre grande desgarbado pero muy bondadoso y fácilmente conducible. José llevaba los cabellos repartidos en tres: uno para cada lado de la cabeza, la tercera para atrás, cayendo en risos largos. En Egipto por regla debía llevar los cabellos cortos, pero después, llevó de nuevo los cabellos largos.


Cuando Jacob le dio la túnica multicolor, le había dado a José los huesos de Adán, sin decirle, sin embargo, cual de ellos eran. Jacob se los dio como un sacramental protector, porque perfectamente sabía que sus hermanos no lo amaban. José llevó los huesos en su pecho en un pequeño bolso de cuero, doblado encima. Cuando sus hermanos lo vendieron, ellos tomaron de él sólo el abrigo coloreado y su ropa externa acostumbrada, pero dejaron la cinta y una especie de escapulario en su pecho bajo el cual él había colgado el pequeño bolso en su cuello.


El abrigo coloreado era blanco con amplias rayas rojas. Tenía en el pecho tres corridas de color negro que cruzaba de un lado al otro, en el centro tenia ornamentos amarillos que estaban colmados alrededor del pecho. Ligado en la cintura, el conjunto servía como un bolsillo. Era más estrecho hacia la parte inferior de las piernas y tenía aberturas en el lado, para permitir el movimiento más fácil. Este llegaba debajo de la rodilla, era algo más largo en la espalda y abierta en el frente. En cuanto al traje ordinario de Jose no alcanzó a las rodillas.


José era ya conocido por el Faraón y por su esposa antes de ser metido en la cárcel. Administraba tan perfectamente los asuntos de Putiphar, y cumplía tan bien sus funciones en la corte, que el Faraón quiso conocer a este servidor modelo. La mujer de Faraón, que era muy cuidadosa de su salvación y muy devota, y, como todos los egipcios, muy ávida de conocer nuevas divinidades, estaba muy asombrada por este maravilloso extranjero adolescente y por su espiritualidad y sabiduría, le honraba secretamente como una divinidad.


Ella repetía al Faraón: "¡este hombre es enviado por nuestros dioses, no es un ser humano como nosotros!"Cuando sucedió esto, el no fue metido en una cárcel común, sino que en una cárcel reservada para la nobleza, allí fue hecho capataz de los demás cautivos. La esposa del Faraón lamentó mucho su error de apreciación, cuando lo vio encarcelado como adultero, pensó que se había equivocado con él, pero cuando él fue liberado y otra vez apareció en el tribunal, le concedió de nuevo y para siempre toda su benevolencia.

La copa que hizo deslizar en el saco de Benjamín, precisamente fue el primer obsequio que le hizo la esposa del Faraón. Conozco bien este objeto, que tenía dos mangos y ningún pie. Era como tallado en una piedra preciosa o en una masa transparente solida, que no conozco, y tenía la misma forma que el lado superior del cáliz de la Última Cena: estuvo también colocado en los recipientes de los hijos de Israel se llevaron de Egipto, y que lo guardaron más tarde en el Arca de la Alianza. José estuvo siete años en prisión, es ahí, dónde recibió, en tribulación plena, la misteriosa Bendición de Jacob de la misma manera que sus antepasados lo habían recibido, y tuvo la visión de una numerosa posteridad. 


Conocí bien a la mujer de Putiphar, también, la vi cómo quiso seducir a José, pero, después del favor del que luego recibe la honra, hizo penitencia y se volvió piadosa y casta. Era una mujer alta y fuerte, con una piel morena-amarilla, brillante como la seda. Llevaba un vestido de color, con un traje fino adornado de figuras bordadas, bajo el cual el vestido aparecía como a través del encaje. José a menudo se encontraba con ella, porque su dueño le confiaba todos los asuntos domésticos de la casa. Pero cuando él se dio cuenta del hecho que ella se había puesto más familiar en su manera hacia él, no durmió más en la casa del dueño cuando éste se ausentaba. Sin embargo ella venía a importunarlo, a fin de darle los primeros pasos, cuando trabajaba en las escrituras. La vi una vez acudir hacia él, vestida de modo muy provocativo, cuando estaba en un ángulo de una sala, en ánimo de escribir. (Escribían entonces sobre rodillos repartidos sobre planos fijos a la pared, delante de los cuales podían estar en pie o sentados.) Ella le hablo y tuvo una respuesta nítida de el, entonces ella se puso más valiente, viendo que él giró apresuradamente. Ella engancho su capa, pero él escapó de ella dejando la capa en sus manos.


Vi a Jose con sacerdotes paganos y Putiphars en Heliópolis. Vivian en la casa del sacerdote ocho jóvenes criadas, entre las cuales Asenet, hija de Dina y de Sichem, hacia de profetisa y decoradora de ídolos. Otras siete criadas eran sus compañeras. Putiphar la había comprado de su cuidadora en su quinto año de edad. Esta cuidadora había huido con ella al Mar Rojo por la orden de Jacob, ya que la niña podría ser asesinada por sus hijos. Asenet poseyó el espíritu de profecía, y fue estimada por Putiphar como una profetisa. Jose la conocía, pero él no sabía que ella era su sobrina. Era muy reservada, buscaba la soledad y detestaba a los hombres que giraban alrededor de ella a causa de su radiante belleza.


Ella era favorecida con visiones significativas, estaba familiarizada con la adoración de la estrella egipcia, y tenía un secreto presentimiento de la religión de los Patriarcas. No vi ninguna brujería relacionada con ella. Ella tenía visiones de todo el misterio de la vida, del traslado, la llegada y la salida de Israel desde Egipto. Escribió muchos rollos en las hojas de una planta acuática o en pieles, estas cartas eran de aspecto extraño, las imágenes se parecían a cabezas de animales y de aves. Estas escrituras no eran comprendidas por sus contemporáneos egipcios, hacían mal uso de ellas, interpretando todo tipo de errores. Asenet estaba muy turbada por esta incomprensión, establecida por el diablo, por lo que lloraba mucho. Ella tenía más visiones que cualquier personaje de su época y estaba llena de una sabiduría notable. Pero, actuaba muy discretamente, aconsejando a unos y otros. También sabía adornar y bordar, y su sabiduría era tan profunda que conocía bien los extravíos y las desviaciones de la humanidad; es por ello que era tan reservada, con una conservación grave y silenciosa. 

 




Vi que las visiones y escritos de Asenet, fueron interpretados erroneamente por los egipcios, y al principio fue causa de culto idolatra, y fue adorada bajo el nombre de Isis, y José bajo el nombre de Osiris. Es posible que por esto llorara tanto; también escribió contra esta concepción, que habían llevado a los demás, a la proclamación de ella como la madre de todos dioses. Cuando Putiphar ofrecía un sacrificio, Asenet subía en una torre donde había como en un pequeño jardín, y observaba las estrellas a la luz de la luna. Estaba encantada y extasiada y veía claramente todo tipo de cosas en los astros y la verdad le fue mostrada en símbolos, porque ella había sido elegida por Dios. Pero vi también a sacerdotes idólatras que veían imágenes extrañas, diabólicas, donde ellos contemplaban las cosas más abominables. Las visiones que eran comunicaciones secretas de Asenet fueron desfiguradas y deformadas en idolatrías repugnantes y abominables.

Asenet introdujo muchas artes útiles y animales domésticos en Egipto, entre ellos las vacas, por ejemplo, enseñó también la fabricación del queso, el tejido y numerosas otros desconocidos hasta ese tiempo. Ella también curo muchas enfermedades. Es a José que se debe la introducción del arado en Egipto, porque era el único que conocía su manejo. Hay una cosa que verdaderamente me sumergió en la admiración: Asenet hervía largamente la carne de los numerosos animales ofrecidos en sacrificio, en grandes calderas enterradas en la tierra, al aire libre, hasta que esta carne se volvía como una gelatina. Servía como alimentación en las campañas militares y en los tiempos de hambre. Los egipcios estaban muy felices por ello y totalmente asombrados de este nuevo modo de conseguir alimento.

Cuando Joseph encontró Asenet en casa de sacerdotes paganos, ella se acercó para abrazarlo. Esto no lo hizo por provocación, fue obligada por el Espíritu. Esto fue en ella una especie de acción profética, y ocurrió en la presencia de un sacerdote pagano. Asenet era considerada como santa. Pero vi a Jose rechazarla lejos con la mano extendida y dirigirle palabras serias a ella. Entonces, Asenet, profundamente turbada, se retiro a su propio cuarto donde permaneció en llanto y penitencia. La vi en su cámara. Ella estaba de pie ocultada por una cortina, su pelo largo y hermoso caía alrededor de ella y se volvía rizado al final.Tenía, en el hueco del estómago, un signo maravilloso imprimido sobre la piel. Era una figura, semejante a un corazón, donde se encontraba un niño con los brazos abiertos, sosteniendo en una mano un pequeño plato y en la otra una copa o cáliz. En el plato, había tres espigas de maíz joven nacidas de un mismo tallo, y en la copa un racimo de uva con la figura de una paloma que parecía picarlas. Jacob sabía de este signo; es por ello que estuvo obligado a alejar a Asenet a fin de protegerla de la rabia de sus hijos. Cuando él bajó a Egipto, y Jose le conto todas las cosas, él reconoció a su nieta por esta señal. Joseph, también, tenía una señal de la misma forma sobre su pecho, un racimo de uvas con numerosos granos.



 



Luego vi a un ángel aparecer con un vestido resplandeciente, sosteniendo una flor de loto en su mano. Él saludó Asenet. Ella lo vio y se tapo con su velo. Él mandó que ella secara sus lágrimas y se embelleciera con traje elegante, y también le solicitó que ella le trajera alimento. Ella dejó el cuarto y volvió embellecida como se le indico, trayendo con ella una mesa baja y pequeña, sobre la que estaba el vino y unos pocos panes planos que habían sido horneados en cenizas. Asenet no mostró ningún miedo. Ella no era tímida, pero simple y humilde, como Abraham y los otros Patriarcas tratando con las apariciones. Cuando el ángel ahora le habló, ella se saco el velo. Él le pidió algo de miel, pero ella contestó que, a diferencia de otras doncellas a quiénes les gustaba la miel, ella no disponía. El ángel le dijo que ella encontraría miel entre los ídolos que estaban de pie en la pieza. Estos ídolos eran de varias formas; ellos tenían cabezas de animales y cuerpos de serpiente enrolladas hacia abajo. Entonces descubrió un gran panal de miel, blanca como el Anfitrión de nuestros altares, una hostia, muy bella, que puso delante del ángel, que le ordenó comer de ella. Él la bendijo, y la vi brillar y destellar entre ellos. No puedo expresar completamente el significado de esta miel celeste, porque cuando se ven cosas similares, se sabe todo, porque comprendemos entonces todo, pero ahora, la miel no significa para los hombres nada más que miel, que se coge de las flores y las abejas y la miel efectivamente representan simplemente eso. Asenet verdaderamente tenía sólo pan y vino en su casa, pero no miel, (lo que es tipificado como pan y vino) por esta miel ella fue separada el culto de los ídolos y el culto de Israel se despertó en ella, es decir la salvación de la Antigua Alianza. Fue como si ella debiera ayudar a muchos hombres y como si muchos debieran, como las abejas, edificar alrededor de ella, ella misma dice que no quería beber más vino, que la miel bastaba para ella. En Median, en casa de Jetro vi mucha miel y muchas abejas.  Cuando El ángel bendijo el panal de miel con su dedo, el se dirigió hacia todas las regiones del mundo, esto significaba que por su presencia, por su ejemplo y por el misterio que ella encerraba, Asenet debía ser una madre y una educadora para muchos personas. Cuando más tarde se la veneró como una diosa y cuando se representó en forma de una estatua con numerosos pechos, fue victima de una falsa interpretación de sus visiones, en que ella debería alimentar a muchos.

 


El ángel también le dice que estaba destinada a ser la novia de José y que debía casarse con él. La bendice, como Isaac había bendecido a Jacob, como el ángel había bendecido a Abraham, las tres líneas que constituyeron la forma de la bendición, fueron dibujados sobre ella dos veces, una vez al hueco del estómago y una vez al abdomen. Más tarde, tuve una visión en la cual José volvía a casa de Putiphar, para pedirle la mano de Asenet: como el ángel, el tenía una flor de loto en su mano. Conocía la sabiduría notable de Asenet, pero su parentesco les quedaba misteriosamente escondido a los dos. Vi que el hijo del Faraón igualmente estaba enamorado de Asenet, por lo cual ella tuvo que permanecer aislada. Él había persuadido a Dan y Gad para apoyar su causa, y los tres estaban en una emboscada para matar a Joseph. Pero Juda (obedeciendo una inspiración divina, pienso) advirtió a Jose de tomar otra ruta. Benjamín también se comportó noblemente en este asunto, y defendió Asenet. Dan y Gad fueron castigados con la muerte de sus hijos; ellos también habían sido advertidos por Dios, de no participar en ninguna conspiración asesina.

Cuando José y Asenet aparecían delante del pueblo, tenían en la mano el emblema de omnipotencia de los sacerdotes de Putifar que se consideraba como sagrado. El lado superior de este emblema era un anillo, la parte de abajo una cruz latina, una T. Este cetro servía de sello, y, en el momento de la cosecha, cuando el trigo era distribuido, los montones eran medidos hundiendo allí el cetro, también es con este tipo de medida que se delimitaban los graneros de trigo y también los canales, en las crecidas y los descensos del rio Nilo. Los actos escritos eran sellados con este instrumento, después de haber sido marcados con jugo rojo de una planta. Cuando José desempeñaba una función, este emblema era puesto en prados delante él, sobre una alfombra, replegada la cruz en el anillo. Esto también me parecía ser, un presagio del misterio del Arca de la Alianza, el misterio que José todavía llevaba con el.


Asenet también tenía, un instrumento como una vara, que cuando tenía una visión, golpeaba el suelo allí dónde este instrumento vibraba: descubría en estos lugares el agua y las fuentes subterráneas. Esto fue efectuado bajo la influencia de las estrellas En el curso de los cortejos solemnes. José y Asenet se adelantaban en un carro radiante. Asenet llevaba un escudo antiguo, totalmente dorado, que cubría todo su cuerpo bajo los brazos, este traje estaba adornado de numerosos signos y de figuras, y bajaba hasta por arriba de las rodillas; las piernas estaban rodeadas de cintas. Tenía sobre los hombros un abrigo amplio, envuelto adelante y atado por encima de las rodillas. Los dedos de los pies de sus zapatos tenían puntas encorvadas, como esquíes. Su peinado, semejante a un casco, estaba adornado por plumas y perlas multicolores. Jose llevaba puesto una túnica ceñida con mangas cortas, y sobre ella un escudo de oro, adornado con figuras, las caderas sujetas con correas cruzadas, guarnecidas de clavos de oro, y de sus hombros caía una capa. Su peinado era de plumas y gemas.


Cuando Joseph fue a Egipto, Nuevo Memphis estaba siendo construido aproximadamente siete leguas al norte del Viejo Memphis. Entre las dos ciudades, había un camino con alamedas y acondicionado como paseo sobre diques. Entre los árboles había estatuas de ídolos con caras femeninas graves y tristes con cuerpos de perros y sentadas sobre losas de piedra. No había aún edificios hermosos, solo terraplenes grandes, largos y montañas de piedra artificiales (pirámides) llenas de bóvedas y cámaras. Las viviendas eran ligeras con techos de madera. Había todavía grandes bosques y ciénagas alrededor. En el viaje de Maria a Egipto, el Nilo había cambiado ya su curso.


Los egipcios adoraban toda tipo de animales, sapos, serpientes, cocodrilos. Quedaban perfectamente apacibles cuando un hombre era devorado por un cocodrilo. Cuando José llego a Egipto, el dios toro todavía no era venerado, ya que su culto se inicio poco después, a causa del simbolismo de las siete vacas gordas y de las siete vacas flacas del sueño que tuvo el Faraón. Tenían muchas estatuas de dioses, algunas eran como niños envueltos con mantillas, otros doblados como serpientes que podían estar estiradas o enrrolladas . Muchos de estas efigies de ídolos estaban adornados de pecheras de oro, en las cuales se grababa de modo notable los planos de las ciudades y los cursos del rio Nilo. Estos escudos fueron elaborados según las imágenes que los sacerdotes idólatras, desde lo alto de sus torres, descubrían en las estrellas: hacían construir ciudades y canales con arreglo a estas imágenes. Así es como fue edificado Nuevo Memphis. Los espíritus malignos entonces deben haber poseído un poder diferente, otra fuerza, un poder sobrenatural, ya que vi que la hechicería egipcia salió de la tierra, de las profundidades del abismo.




Cuando un encantador de ídolos ejercía sus poderes maléficos, veía figuras de animales horripilantes surgir del suelo rodeando al mago y entrar en su boca como una corriente de vapor negruzco; así se embriagaban con ello y tenían visiones. Pero al mismo tiempo que cada uno de estos espíritus, entraban en él, entidades infernales también ingresaban en él y tenían visiones de formas próximas y alejadas; de las profundidades de la tierra, de otros lugares y sus pueblos, de hechos secretos y ocultos, es decir todo lo que cada espíritu gobernaba. La brujería siempre me pareció estar bajo la influencia de los espíritus del aire. Lo que el brujo veía con la ayuda de estos espíritus pareció como una ilusión, un espejismo, que no se habían evocado antes de él. Yo podía ver lejos más allá de estos cuadros, ya que ellos parecían sombras. Era como si uno mirara detrás de una cortina. Cuando los sacerdotes idólatras egipcios querían leer en las estrellas, se preparaban con ayuno y purificaciones, se cubrían la cabeza de cenizas y se revestían con sacos. Mientras que observaban el cielo, desde lo alto de sus torres, ofrecían sacrificios. Los paganos de esa época tenían un conocimiento completamente confuso de los misterios de la religión del verdadero Dios, que habían sido transmitidos por Set, Noé, Henoc y los patriarcas al pueblo elegido; es para esto que había todo tipo de horrores en sus cultos idólatras, como más tarde en las herejías; el diablo hizo uso de ellos, creando una trampa para la auténtica Revelación de Dios a los hombres, Revelación que se había conservado en su pureza y su rigor. Es a causa de esto que Dios rodeó de fuego el misterio del Arca de la Alianza, con el fin de preservarla. Vi que, en el tiempo de José las mujeres egipcias estaban todavía vestidas como Semíramis.



Jacob, cuando se reunió con José en Egipto, tomó un camino que debía tomar más tarde Moisés para ir hacia la Tierra prometida. Jacob sabia que vería de nuevo a José, y el siempre tuvo ese presentimiento en su corazón. Ya cuando había viajado a Mesopotamia, había tenido una visión sobre sus futuros hijos, allí dónde levantó un altar, (y no el lugar donde vio la escalera de los ángeles) había visto que uno de sus hijos se hundía en el lugar donde José fue vendido y reaparecía mas al sur como una estrella brillante. Es para esto que dijo, cuando se le presentó la túnica manchada de sangre: "lloraré por Jose hasta que yo lo encuentre otra vez." Ya que la memoria de esta visión, completamente olvidada, le volvió entonces. Jacob primero había procurado saber por Rubén quien era la esposa de José, ya que no le habían revelado a José que era su sobrina. Rubén trabo amistad con Putiphar y éste, después de largas relaciones de estima, se hizo circuncidar y sirvió al Dios de Jacob. Jacob vivía a un día de marcha aproximadamente de la casa de José, y cuando estuvo enfermo, condujo su carro para verlo. Jacob interrogó mucho entonces a José respecto a Asenet y, habiéndose enterado de la existencia del signo que éste llevaba bajo el pecho, le dice a José: "es la carne de tu carne, son los huesos de tus huesos ", y le reveló la identidad de Asenet. José estuvo tan emocionado de esto que cayó allí desvanecido, y, cuando llego a su casa, le habló de eso a su esposa: ambos lloraron entonces juntos, de agradecimiento.


Algún tiempo después, Jacob se volvio más enfermo y Jose acudió otra vez a su lado. Jacob tuvo que sentarse en un sillón, y Jose tuvo que poner su mano bajo la cadera de su padre, y jurar sepultarlo en Canaán. Mientras Jose juró, Jacob adoró la Bendición escondida en él, ya que sabía que Jose la había recibido de un Angel y que había sido retirada de él. Jose llevo esta Bendición en su derecha hasta la muerte. Incluso después de la muerte, esto quedo encerrado en su cuerpo hasta la noche antes de la salida de los Israelitas de Egipto, cuando Moisés tomó posesión de ella y la colocó en el Arca de la Alianza, junto a las Reliquias Sagradas del Pueblo Elegido. Tres meses después de su visita, Jacob murió. Tanto los israelitas como los egipcios celebraron sus exequias y le hicieron alabanzas, ya que lo amaron enormemente. Asenet hizo a Joseph padre de Manases y de Efraín, primero, luego tuvo dieciocho niños, donde tuvo varios gemelos. Murió tres años antes de Jose y fue embalsamada por mujeres judías. Mientras Jose vivió, el cuerpo de Asenet quedó en el monumento funerario que se había hecho construir para ambos. Los Ancianos del pueblo habían recogido sin embargo, algunas de sus entrañas, que fueron conservadas en un recipiente de oro. Como los egipcios también ansiaban estos restos sagrados, se los confiaron a las comadronas judías de Israel, y una de ellas los escondió en un cilindro recubierto con brea, en medio de las cañas y muros del canal. Por la noche del éxodo, una nodriza de la tribu de Asser le llevo esa cosa secreta a Moisés. Se llamaba Sara.

Equipo arqueológico descubre la mítica Tumba de Osiris

A su muerte, José fue embalsamado por los Israelitas en presencia de los egipcios, y reunidas las momias de José y de Asenet, conforme a las revelaciones que había hecho Asenet a partir de sus visiones, cuyo relato había sido legado a los judíos. Los sacerdotes egipcios y los astrólogos, que habían colocado a José y Asenet entre sus divinidades, también conocían estas revelaciones y tenían una intuición del significado profundo que revestía para Israel. La bendición de José y de Asenet también procuraba ser acaparada para Israel. Es a causa de esto que los israelitas, que asombrosamente se habían multiplicado después de la muerte de José, fueron bruscamente perseguidos por el Faraón. Los egipcios también sabían que Israel jamás dejaría su país sin los huesos de José. Robaron repetidas veces la momia de José, y acabaron por guardarla en su posesión. El conjunto del pueblo Israelita conocía solamente la existencia de los restos de José, sin saber el misterio que encerraban: este misterio era conocido solo por unos cuantos. Pero la nación entera reacciono con gran pena cuando los Ancianos dieron a conocer que el Depósito Sagrado, al la cual descansaba la Promesa, había sido robado.

Archeologists discover mythical Tomb of Osiris in Egypt

Moisés, que había sido criado en casa del Faraón y conocía toda la sabiduría egipcia, visitó a su Pueblo y conoció el motivo de su abatimiento. Cuando mató al egipcio, Dios lo condujo hacia Jetro en su huida; Moisés desde antes, por conocer a Sibila Segola sabia que podría serle de gran ayuda para descubrir el Misterio robado. Moisés, por orden de Dios, se había casado con Sephora, con el fin de incorporar a esa tribu a la Casa de Israel. Segola era la hija natural de Faraón y de una mujer judía, y, aunque muy versada en la astrología egipcia, había hecho mucho para los judíos. Era ella que había revelado a Moisés mientras estaba en la corte, que él no era un hijo del Faraón. Después de la muerte de su primera esposa, Aarón debía a su vuelta casarse con una hija de Segola para que la influencia de la madre conisraelitas pudiese ser aumentada. Los niños de este matrimonio se fueron con los israelitas en su salida de Egipto, pero Aarón debió más tarde separarse de esta mujer, con el fin de que la raza sacerdotal judía fuera nacida de una cepa judía perfectamente pura. La hija de Segola, después de la separación de Araon, se volvió a casar; sus descendientes en el tiempo del Salvador moraban en Abila; dónde la momia de esta mujer fue conservada por sus descendientes. Segola fue clarividente y poseyó gran influencia sobre el Faraon. Ella tenía en su frente una señal como muchos de los Profetas tenía en tiempos antiguos. Ella fue conducida por el Espíritu para conseguir numerosos favores y regalos para los israelitas.

Inside the replica of the tomb dedicated to the god Osiris

Min Project (Archaeological Mission Canaria-Toscana).  

Por la noche cuando el Ángel del Señor golpeó los primogénitos de Egipto, Segola, con la cara cubierta, fue con Moisés, Aarón y otros tres israelitas hacia dos colinas funerarias separadas por un canal pero conectadas por un puente. El canal estaba en el Nilo entre Gosen y Memphis, el monumento funerario se abría bajo el puente, bajo del nivel de agua y por una escalera se llegaba allí. Segola descendió, acompañada solamente por Moisés, y puso en el agua un papel sobre el cual fue inscrito el nombre de Dios. Entonces el agua se retiró y dejo al monumento libre golpearon sobre la piedra que amurallaba el acceso, y ésta se abrió. Luego llamaron a los demás para bajar, Moisés les ató entonces las manos con su estola y les hizo jurar proteger el Misterio. Después del juramento, les liberó las manos y entraron en la bóveda, donde ellos colocaron luz, la cual mostro todo tipo de laberintos con imágenes de los muertos que estaban allí.


Archeologists discover mythical Tomb of Osiris in Egypt


El cuerpo de Jose y los restos de Asenet, que habían sido reunidos, yacían en un sarcófago egipcio de forma taurina que era de metal y brillaba como oro pulido; levantaron la tapa, Moisés tomo el Misterio del cuerpo hueco de Joseph, lo envolvió con telas blancas y la entrego a Segola, que lo llevó en sus brazos, envuelto en su velo. Los huesos restantes fueron depositados juntos sobre una piedra, dispuestos en ropas blancas y llevadas por los hombres. Ahora que habían recuperado el Depósito Sagrado, Israel podía dejar el país. Segola lloraba, pero Israel fue cogido de una alegría indecible.

  Archeologists discover mythical Tomb of Osiris in Egypt

Moisés ocultó la reliquia del cuerpo Jose en la punta de su báculo. Esta tenía la forma como un níspero o caqui; era amarillento y rodeado por hojas. Era diferente del báculo de pastor que Moisés debió echar a tierra delante de Dios y que fue trasformado en una serpiente. Era un palo hueco; la parte superior y la parte inferior podrían ser empujadas y sacadas. Con la parte inferior, que me pareció ser de metal y que tenia la forma de un lápiz agudo, Moisés tocó la roca como si escribiera palabras sobre ello. La roca se abrió bajo la punta, y agua salió a borbotones. El agua también fluía de la arena o dondequiera que Moisés hiciera el signo sobre ello con este báculo. La parte superior del báculo con forma de níspero, podría ser empujada y sacada; fue por causa de este báculo, con la reliquia del cuerpo de Jose que se dividió el Mar Rojo.






Desde la muerte de José al Éxodo existen cerca de ciento setenta años, según nuestro modo de contar. Pero los hombres tenían entonces otro modo de medir el tiempo, con meses y años diferentes. Esto me ha sido explicado a menudo, pero no puedo recordarlo ahora. Todo el tiempo que los Israelitas estuvieron en Egipto, ellos no tenían ningún templo, sólo tiendas. Ellos levantaban piedras, les colocaban aceite, sacrificaban corderos, cultivaban cereales, cantaban y rogaban., Cfr. Del Cap.  36 hasta XL, Visiones del Antiguo Testamento.




Pues bien. Por estos días un equipo arqueológico español-italiano, en colaboración con el Ministerio de Antigüedades de Egipto, ha hecho un descubrimiento increíble en la necrópolis de Sheikh Abd el-Qurna, en Cisjordania, en Tebas, Egipto – una antigua enorme reproducción de la mítica tumba de Osiris (¿José?) según lo descrito por la historia egipcia, con múltiples ejes y cámaras. En el interior del complejo de la tumba, los investigadores encontraron una talla de Osiris y una habitación con un relieve mural.




CATÓLICO MEMORÁNDUM PROFÉTICO