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01 abril 2011

¿SOBRE EL VERDADERO SANTO GRIAL?

"Entonces tomó en sus manos una Copa", Cf. San Lucas 22, 17a.









EL AUTENTICO Y REAL CÁLIZ DE LA SANTA CENA ( RELIQUIA )





"El cáliz que los apóstoles llevaron de la casa de Verónica, es un vaso maravilloso y misterioso. Había estado mucho tiempo en el templo entre otros objetos preciosos y de gran antigüedad, cuyo origen y uso se había olvidado. Así es que, con la permisión de Dios, este vaso sacratísimo, que nunca se había podido fundir a causa de su materia desconocida, fué hallado por los sacerdotes modernos en el tesoro del templo, entre otros objetos que no se usaban, y luego vendido a un aficionado de antigüedades. El cáliz comprado por Serafia había servido muchas veces a Jesús para la celebración de las fiestas, y desde ese día fué propiedad constante de la comunidad cristiana. Este vaso no siempre se conservó en su estado actual: quizás con ocasión de la Cena del Señor habían juntado las diferentes piezas de que se componía.




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Este es el mismo y Gran Cáliz ó Vaso Sacratísimo que uso Jesús, Según la Beata Ana Catalina Emmerick


El gran cáliz estaba puesto en un azafate, y alrededor había seis copas. Dentro del cáliz había otro vaso pequeño, y encima un plato con una tapadera redonda".  En el pie del cáliz estaba embutida una cuchara, que se sacaba con facilidad. Todas estas piezas ESTABAN envueltas en paños y puestas en una bolsa de cuero, si no, me equivoco. El gran cáliz se compone de la copa y la base, que debe haber sido añadida después ( ¿En la Medina Azzahra de Almanzor? Ver Sello ), pues estas dos partes son de distinta materia.


    


 La copa presenta una masa morena y bruñida en forma de Pera...!


 


Esta revestida de oro, y tiene dos asas para poderla agarrar. El pie es de oro puro, divinamente trabajado, con una culebra y un racimo de uvas por adorno, y enriquecido con piedras preciosas...



El gran cáliz se guardo en la Iglesia de Jerusalén, cerca de Santiago el Menor y lo veo todavía conservado en esta ciudad ( En la Visión ):  ¡tornará de nuevo a darse a luz como ha aparecido esta vez! ( En Valencia - España ). Otras iglesias se han repartido las copas que lo rodeaban, una de ellas está en Antioquía, otra en Efeso: pertenecían a los Patriarcas que apuraban en ellas cierta bebida misteriosa cuando recibían y daban la bendición, como lo he visto muchas veces.


El gran cáliz estaba en casa de Abrahán: Melquisedec lo trajo consigo del país de Semíramis a la tierra de Canaán cuando comenzó a fundar algunos establecimientos en el mismo sitio donde se edificó después Jerusalén: él lo usó en el sacrificio, al ofrecer el pan y el vino en presencia de Abrahán y se lo dejó a este Patriarca. Este vaso había estado también en el Arca de Noé ( Osea, que tiene más de 6000 años de Antiguedad ).





Los que trajeron el cáliz a Noé llevaban un vestido largo, blanco (  Ángeles  ), y se parecían a los tres hombres que venidos a casa de Abrahán le prometieron que Sara pariría. El Cáliz estuvo en Babilonia en casa de los descendientes de Noé que se habían mantenido fieles al verdadero Dios. Estaban sometidos a esclavitud por Semíramis. Melquisedec los condujo a la tierra de Canaán, y llevó el cáliz. Después del sacrificio de Melquisedec, el cáliz se quedó en casa de Abrahán. Fue también a Egipto, y Moisés lo tuvo en su poder. Estaba hecho de un modo singular, muy compacto, y no parecía trabajado como los metales; semejaba el producto de un vegetal. Sólo Jesús sabía lo que era".



"Jesús se encontraba entre Pedro y Juan, las puertas estaban cerradas, y todo tenía un aire misterioso y solemne. Cuando el cáliz fue sacado de su bolsa, Jesús oró y habló a sus apóstoles con gran seriedad. Yo vi a Jesús explicándoles el significado de la Cena y toda la ceremonia, y me hizo pensar en un sacerdote enseñando a otros a oficiar misa. 


 
La Mesa de la Santa Cena, Según la  Sor Catalina Emmerick

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"Jesús tenía delante una bandeja en la cual reposaban los vasos, y tomando el paño de lino blanco que cubría el cáliz, lo extendió sobre la bandeja. Después le vi quitar de encima del cáliz una tapa redonda y ponerla sobre la misma bandeja. A continuación, retiró el paño que cubría los panes ácimos y los puso sobre; sacó también de dentro del cáliz una copa más pequeña y repartió a su derecha y a su izquierda las seis copas de que estaba rodeado". "El cáliz que he visto más tarde en la institución del Sacramento del altar, junto con unos vasos pequeños ( copas ) en forma de barrilitos. EStos vasitos no eran de oro ni de plata sino de una materia transparente, como piedras preciosas de color oscuro. Me parecían más bien nacidos y crecidos, que hechos a mano".

 


El antropólogo e historiador alemán Michael Hesemann muestra un vaso o copa pequeña utilizada en Jerusalén en tiempos de Nuestro Señor Jesucristo.




¡EL SANTO CALIZ, SEGÚN LA BEATA ANA CATALINA EMMERICK!
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"Mientras tanto, Jesús se mostraba cada vez más tierno y afectuoso con sus discípulos; les repitió que iba a darse a ellos entero, todo lo que él tenía, es decir, Él mismo, como si estuviera transido de amor. Le vi volverse transparente, hasta parecer una sombra luminosa. Partió el pan en varios trozos y los dejó sobre la bandeja; cogió un poco del primer pedazo y lo echó en el cáliz".




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Jesús sujetó el cáliz por sus dos asas y lo elevó hasta su cara pronunciando las palabras de consagración. Mientras lo hacía se lo veía transfigurado y transparente, como si todo su ser lo hubiera abandonado para pasar a estar contenido en el pan y el vino. Dio de beber a Pedro y a Juan del cáliz que sostenía en la mano y luego lo dejó de nuevo sobre la mesa.


 

"Juan vertió la divina sangre del cáliz en las copas pequeñas y Pedro se las entregó a los apóstoles, que bebieron dos de la misma copa. Nuestro Señor echó un resto de la divina sangre, que había quedado en el fondo del cáliz, la pequeña copa que había estado en su interior; después puso sus dedos sobre el cáliz y Pedro y Juan echaron de nuevo agua y vino sobre ellos. Después les dió a beber otra vez del cáliz y lo que quedó lo echó en las copas y lo repartió entre los demás apóstoles.

A continuación, Jesús limpió el cáliz, metió dentro la pequeña en la que había guardado el resto de la sangre divina, puso encima la bandeja con lo que quedaba del pan consagrado, le colocó la tapadera, envolvió el cáliz y lo situó en medio de las seis copas. Yo vi como, después de la Resurrección, los apóstoles comulgaban con los restos del Santísimo Sacramento."., Cf. Traducción del Aleman de las Visiones de la Beata Sor Ana Catalina Emmerick, Tomos II y IV, Libros I y IX ( Extractos ). Con Aprobación Eclesiástica.





EL PRIMER CÁLIZ DE LA IGLESIA CATÓLICA EN MANOS DE LOS SUCESORES DE SAN PEDRO

Como la famosa Beata Alemana y Estigmatizada Católica Sor Ana Catalina Emmerick los expertos  han coincidido en destacar la vigencia del importante análisis realizado hace más de 50 años por el catedrático de Arqueología de la Universidad de Zaragoza Antonio Beltrán, que concluyó que el Santo Cáliz bien pudo estar en la mesa de la Santa Cena y ser la que Jesucristo utilizó para beber, para consagrar o para ambas cosas.

Se trata de una cáliz labrado, antes de Jesucristo en un taller oriental en tierra santa, con forma semiesférica, de piedra ágata cornalina oriental, que mide 9,5 cm de diámetro medio en la boca y 5,5 cm de profundidad por el interior, toda lisa sin ningún adorno, excepto una línea de corte redondeado paralela al borde. A este Santo Cáliz (El Santo Grial) se le añadieron otros accesorios en tiempos del Señor Jesús y en la Edad Media.

Todavía no se puede aplicar ninguna técnica científica tipo la del carbono-14 al Santo Cáliz, pero se cree que el santo cáliz fué utilizado por algunos santos Patriarcas, profetas, el propio Nuestro Señor Jesucristo, los primeros Papas, después por el abad del monasterio de San Juan de la Peña, por los arzobispos de Valencia, el día de la fiesta del Santo Cáliz y los últimos Papas en sus peregrinaciones. Además, ha sido muy valorada por miembros de la realeza (especialmente los reyes de la Corona de Aragón) y ahora por diversos historiadores y escritores de varios países.


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Ahora Bien. Entre las nuevas pruebas de la autenticidad de la reliquia  se encuentran unos frescos medievales de la Virgen María con el Santo Grial, "únicos por su iconografía", encontrados en iglesias pirenaicas que "podrían tener relación con la estancia del Santo Cáliz en aquellas tierras", según el profesor de Historia del Arte Vicent Zuriaga.


    
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Se trata de frescos románicos, la mayoría del siglo XII, que se encuentran en iglesias y monasterios situados en las localidades ilerdenses de Sant Climent de Taüll, Ginestarre y Burgal y la de Sant Romà de Les Bons, en Andorra. Representan a Nuestra Señora sosteniendo un "cáliz llameante, lo que nos lleva a pensar que es el Santo Grial".

 
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"Si no conseguimos encontrar este tipo iconográfico en ninguna otra zona del mundo, como de momento sucede, interpreto como hipótesis de trabajo que los artistas que representaron estas obras recogieron o bien la tradición que subyace en las historias medievales griálicas, o bien toman la referencia de un objeto concreto y próximo", señaló Zuriaga.

Otro ponente, el experto en heráldica José Luis Sampedro, ha afirmado que la única reliquia del mundo "que puede ser el auténtico grial que utilizó Jesús en la Última Cena es el Santo Cáliz" que se venera en la Catedral de Valencia y ha afirmado que el resto de reliquias que "pretenden presentarse como el cáliz que empleó Jesús carecen de credibilidad, porque no tienen apoyo documental de ninguna fuente mínimamente rigurosa", como si la tiene la que presentamos en el presente post de lazos de amor mariano.

Entre otros cáliz "u objetos similares que pretenden ser el Santo Grial y es evidente que no lo son", citó el Cáliz de Antioquía, que se encuentra en el Metropitan Museum de Nueva York, el Sacro Cátino de Génova, el Santo Cáliz de Cebreiro (Pontevedra) y "una patena que se conserva en el Palacio Imperial de Viena".

  Entonces, ¿Cómo llegó el Santo Grial a Valencia? En el periplo del Santo Grial desde Tierra Santa hasta Valencia, se realizaron algunos documentos de cesión o intercambio que se han conservado hasta hoy y constituyen también pruebas de la autenticidad de la reliquia.

Después de la última Cena, la importancia que los primeros cristianos otorgaban a la liturgia permitió guardar con celo la santa reliquia, que fue llevada a Roma por el primer Papa, San Pedro. Allí la conservaron los Papas hasta San Sixto II, quien, para salvarla de la persecución del emperador Valeriano y de la amenaza de los bárbaros, la entregó a su diácono San Lorenzo, oriundo de España, que la envió a tierras de Huesca, en el siglo III.

Durante la invasión musulmana, el Santo Cáliz de la Cena fue ocultada en el Pirineo. Los cristianos de Huesca huyeron con ella a las montañas del norte en el año 712 Primero estuvo en las cuevas de Yebra y después encontró refugio en monasterios, el último de ellos, el de San Juan de la Peña. Además un documento del año 1071 menciona al precioso cáliz de piedra.


Imagen relacionada


En el año 1399, su prior entregó la reliquia al Rey de Aragón Martín el Humano, que la tuvo en el palacio real de la Alfajería de Zaragoza. En 1424, su sucesor Alfonso V el Magnánimo llevó el relicario real al palacio de Valencia y lo entregó, en 1437, a la Catedral de Valencia, donde hoy se venera. Llegó como pago por las deudas que el monarca había contraído con la jerarquía eclesiástica en sus campañas militares.

Así lo confirma la investigación del archivero bibliotecario de la seo, Vicente Pons, publicada en un número de la revista 'Catedral de Valencia'.  El monarca, ante la imposibilidad de devolver al cabildo de la Catedral de Valencia los 137.430 sueldos que éste le había prestado para sus campañas, entregó todo el tesoro de reliquias que tenía a la seo, entre ellas el Santo Cáliz que, según la tradición, empleó Jesucristo en la Última Cena, ha explicado Pons.

"El Santo Cáliz no fue un regalo de nadie, sino un depósito del rey Alfonso El Magnánimo", quien mantenía "una deuda de cinco años" que le obligó a entregar su tesoro de reliquias a la Catedral de Valencia, ha precisado. El archivero ha asegurado que la antigüedad del Cáliz, demostrada a través de la tradición literaria y arqueológica y la continuidad histórica, "no se puede discutir".

Además, estudios arqueológicos recopilados en la misma revista han demostrado que la copa de ágata que figura en la parte superior del Grial data del siglo I, y que el Canon Romano que los Papas utilizaban en las catacumbas de Roma en los siglos I y II ya hacían mención expresa a "este mismo precario cáliz". Con esta expresión se aludía la copa de la Última Cena, y que a raíz de la persecución del emperador Valeriano en todo el imperio romano fue trasladada a Huesca y luego a Valencia. 

Hasta ahora se pensaba que "la huella del paso del Cáliz por Roma" era la frase del Canon Romano que hace referencia a "Jesucristo tomando éste cáliz glorioso", pero hasta el momento se ignoraba que esas palabras se habían introducido en el siglo II por el Papa Alejandro I, ha precisado el presidente de la comisión diocesana de Patrimonio, Lic. Jaime Sancho.

Según la acta del notario Jaume Monfort del 18 de marzo de 1437, el Virrey e Infante D. Juan, hace entrega, en nombre de su hermano el Rey, del Santo Cáliz para su custodia a la Catedral de Valencia, habiéndose cumplido esos días el 550 aniversario de este hecho tan importante para los valencianos.

El 3 de Abril de 1744, se le cayó desde una considerable altura de sus manos al Preste D. Vicente Frigola Brizuela, rompiéndose la Santa copa, restaurándose inmediatamente, y ante testigos, por los plateros Luis Vicent y sus hijos Luis y Juan.

Desde su llegada a la Catedral valenciana, solamente ha salido de la Ciudad en cuatro ocasiones. La primera con motivo de la Guerra de Independencia, para salvarlo de la rapiña napoleónica, el 18 de Marzo de 1809 hacia Alicante, de donde regresó a fines de enero de 1810, volviendo a salir el 4 de Marzo siguiente a Ibiza, junto con el Santísimo Cristo del Grao, desde allí fue trasladado a Mallorca el 15 de febrero de 1812 de donde regreso definitivamente a Valencia el 25 de Septiembre de 1813.

En este viaje fue acompañado en todo instante por el canónigo D. Pedro Vicente Calvo, que tuvo que ceder el relicario y joyas antiquísimas, de irrecuperable valor de la Catedral valenciana, se fundieran para pagar los gastos de la guerra contra el francés; cediendo en todo menos en el Santo Cáliz, del cual no se separaba ni de noche y ni de día, negándose incluso a la demanda de los canónigos mallorquines de tenerlo en su Catedral.



 

"Calis Lapis Exilis Domini" (cáliz de piedra preciosa del señor)


Nuevamente salió el 21 de Julio de 1936, horas antes que fuera incendiada la Catedral. La previsión del canónigo D. Elías Olmos Canalda hizo que se escondiera en el domicilio de Dª. Sabina Suey Banaclocha, sito en la calle de las Avellanas de nuestra Ciudad y trasladado posteriormente a Carlet de donde regresó el 9 de Abril de 1939.






Su antepenúltima salida fue en 1959 con motivo de la solemne conmemoración del XVII Centenario de su llegada a España, recorriendo triunfante las tierras de Aragón que durante siglos le había dado cobijo, recibiendo los honores de Capitán General. A su regreso, en la solemne procesión epilogal, fue portado el 7 de julio de dicho año en el Trono-Anda de la Hermandad del Santo Cáliz de la última Cena.






En el verano de 1.994, visitó Huesca, Jaca y San Juan de la Peña, con motivo de un homenaje a Sancho Ramírez, segundo Rey de Aragón, que coincidió con el novecientos aniversario de la bendición, en Diciembre de 1.094, del Monasterio Románico fundado por él mismo, sobre lo que era la primitiva iglesia mozárabe.





Su ultima salida oficial, fue el 6 de abril de 1998, en la que visito los Poblados Marítimos de la Ciudad de Valencia, y en especial la Parroquia y feligresía de Cristo Redentor – San Rafael Arcángel, con motivo del 50 aniversario de la Hermandad del Santo Cáliz de la Cena, honor que esta Hermandad nunca podrá agradecer lo suficiente hasta hoy y hasta el Fin del Mundo.


 


El Beato Juan XXIII concedió indulgencia plenaria en el día de su fiesta anual, el Papa Beato Juan Pablo II celebró la Eucaristía con el Santo Cáliz durante su visita a Valencia el 8 de noviembre de 1982 y lo mismo sucedió con Su Santidad Benedicto XVI que celebró la Eucaristía con motivo del V Encuentro Mundial de las Familias, el 8 de Julio de 2006.

El tema de la búsqueda de este Santo Cáliz, objeto maravilloso y fuente de vida, es fundamental en la literatura medieval franco-germánica, de las grandes producciones del cine ( Indiana Jones )...





 Y, de las mentes obsesivas, absurdas y llenas de imaginación de la New Age...?



   




 Y, su origen está sobre todo en las obras de Chretien de Troyes, que dejó inacabada hacia 1190 su obra Perceval o el Cuento del Grial; aquí no se explica cuál es la naturaleza de esta joya, y fue Wolfram von Eschenbach quien le dio forma de cáliz en su poema “Perceval el Galés”.

Se cree que concibió su Parsifal a principios del siglo XIII, en el Wartburg, mítico castillo, cuna de poetas y trovadores; y que lo finalizó en 1215. Allí, en este castillo, donde estos cantores al Amor, estos Maestros Cantores, cuyas tres reglas principales, Dios, su señor y la mujer amada, constituían la fuente de sus inspiraciones, compuso Wolfram su magna obra. Pues él fue el príncipe de los trovadores, la máxima figura junto a Walter von der Vogelweide y Heinrich Tannhäuser.

Recientes investigadores, como Michael Hesemann (“Die Entdeckung des Heiligen Grals. Das Ende einer Suche”, Ed. Pattloch 2003), sitúan el origen de estas leyendas en España y sobre la base del Cáliz de ágata de San Juan de la Peña, y no podemos olvidar que fueron la fuente de inspiración para las grandes obras poético-musicales de Richard Wagner “Tannhäuser”, “Parsifal” y “Lohengrin”.

Por ello, el Cáliz, con su autenticidad arqueológica y su tradición exenta de elementos maravillosos, nos remite a la época de Jesús de Nazaret ( El HOMBRE - DIOS ) y nos recuerda la institución de la Eucaristía  ( En el Año 35 ) como momento único e histórico que transciende el tiempo y el espacio y, llega hasta nosotros como misterio de salvación. Así lo vivieron, lo han vivido y viven muchos feligreses y peregrinos católicos cuando la sagrada reliquia se traslada desde su preciosa capilla, la antigua sala capitular (siglo XIV), hasta el altar mayor en la celebración de la Santa Misa en la Cena del Señor, el Jueves Santo y en la fiesta solemne del último jueves del mes de octubre.












CATÓLICO MEMORÁNDUM PROFÉTICO